La documentación aportada por los progenitores y las pruebas de determinación de la edad constatan que la víctima es mayor de 18 años. Ya han iniciado los trámites para poder enterrar a su hijo en Marruecos.
Los padres del joven marroquí cuyo cuerpo fue rescatado el pasado martes por la Guardia Civil del fondo del acantilado bajo el faro de Melilla La Vieja se desplazaron ayer a la ciudad desde la localidad marroquí de Fez para proceder a la identificación del cadáver de su hijo. La documentación aportada por los padres de la víctima y las pruebas de determinación de la edad han constatado que el joven era mayor de 18 años. Los progenitores ya han iniciado los trámites para poder repatriar el cuerpo y darle sepultura en Marruecos, lo que podría producirse el próximo lunes.
Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla explicaron a El Faro que en la mañana de ayer tanto los agentes de la Benemérita como los del Cuerpo Nacional de Policía en la frontera colaboraron activamente para facilitar a los padres la identificación del cuerpo de su hijo así como realizar los trámites para su repatriación. Los padres necesitaron un “pase especial” para poder acceder a la ciudad, dado que no tenían la documentación pertinente para poder entrar en Melilla. Una vez realizado los trámites pertinentes de identificación, regresaron a Marruecos.
Durante su breve estancia en Melilla, los progenitores se entrevistaron con los agentes de la Guardia Civil que investigan el caso. Según indicó la Comandancia, los padres han presentado documentación relativa a su hijo, aunque no precisaron qué tipo de documentación, si bien podría tratarse de un documento similar al libro de familia o una partida de nacimiento del fallecido.
Mayor de edad
A esta documentación se suma la prueba de determinación de la edad, que, según fuentes cercanas al caso, constatan la mayoría de edad del joven.
Hasta ahora la identidad y la edad de la víctima únicamente se conocían a través del testimonio de un “nacional de Melilla” con el que los investigadores del caso se pusieron en contacto. El pasado miércoles la Delegación del Gobierno explicó a este diario que entre las pertenencias del fallecido había un teléfono móvil desde el que la Guardia Civil llamó a un número de Melilla, guardado en la lista de contactos. Además, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, aseguró que, tras hablar con la consejera de Bienestar Social y el responsable de menores de la Ciudad, éstos le habían confirmado que el joven no había estado nunca en el centro de acogida de La Purísima.
Desde el pasado martes, poco después de hallarse el cadáver en los acantilados de Melilla La Vieja, se baraja como hipótesis que la víctima es uno de los inmigrantes ilegales de los que suelen acudir a la ciudadela para descender por el lateral del faro, bordear el acantilado y desde la Boca del León acceder a las instalaciones portuarias para intentar colarse como polizones en los buques que unen Melilla con la península. Entre estas personas hay tanto mayores como menores de edad.
A pesar de que la información oficial ofrecida a la prensa asegura que la víctima era mayor de edad y nunca había estado en La Purísima, un trabajador del centro señaló a El Faro que los propios menores acogidos aseguraban que la víctima tenía 16 años, pero que “era muy grande”. Este empleado no pudo asegurar si el fallecido estuvo o no acogido en La Purísima, pues algunos menas de los que llegan, de nuevo ingreso, se marchan del centro antes de proceder a su registro.
En un principio, según la versión de los menores que conocían a la víctima, ésta había venido a Melilla hace dos semanas, pero fuentes cercanas al caso explicaron a El Faro que podía llevar mucho más tiempo. El presidente de la Asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein), José Palazón, informó el pasado miércoles de que el joven estaba “integrado” en la ciudad y hablaba “muy bien” el español.
“Lógicamente los padres están muy afectados”
El presidente de la Asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein), José Palazón, explicó ayer a El Faro que miembros de la ONG estuvieron con los padres del joven fallecido en el faro de Melilla La Vieja. “Lógicamente están muy afectados”, explicó Palazón, quien explicó que los padres habían tenido problemas para acceder a Melilla por no tener la documentación necesaria y que, por ello, estuvieron acompañados durante todo el proceso de identificación del cuerpo de su hijo por agentes de la Benemérita, que les llevaron después nuevamente a la frontera con Marruecos. Por su parte, la Comandancia explicó que se agilizaron los trámites para conceder a los progenitores un “pase especial”.
A pesar de que las pruebas de determinación de la edad han constatado la mayoría de edad de la víctima, Palazón recuerda que el método que se viene utilizando no es fiable, dado que tiene un margen de error de dos años. “Esa prueba es muy subjetiva”, afirmó en referencia a las pruebas oseométricas.
Por último, el presidente de Prodein informó de que la denuncia que presentarán en el juzgado exigirá la retirada inmediata de la verja del lateral del faro de Melilla La Vieja. Además, aportarán al juzgado toda la información que recabe sobre la muerte del joven, que según Palazón se llamaba Osama, como publicó El Faro ayer.
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