Los padres de Emin y Pisly exigen justicia en el primer aniversario de la muerte de sus hijos

Los dos hombres señalan que el Gobierno es el único que puede aclarar lo que ocurrió l Insisten en que hace meses que no tienen ningún dato sobre la investigación que supuestamente se abrió en Marruecos

Los padres de Emin y Pisly, los dos jóvenes melillenses que murieron el  27 de octubre del año pasado tiroteados por agentes de la Marina Real marroquí, piden a los ciudadanos que hagan un esfuerzo para dar su apoyo en la concentración para pedir justicia por sus hijos. Abdeslam Ahmed (padre de PIsly) y Driss Mohamed (padre de Emin) aseguraron en declaraciones a El Faro que siempre han contado con el cariño del pueblo, pero insistieron en que hoy, cuando se cumple un año del fallecimiento, necesitan más que nunca que la gente los acompañe en la manifestación que se organizará en la puerta de la Asamblea a las 13:00 horas. Los dos hombres reiteraron que son conscientes de que tienen el cariño y el apoyo de los melillenses. En este punto, señalaron que saben que muchos ciudadanos no acuden a las concentraciones por motivos laborales o por miedo a represalias, pero que están con ellos.
Los dos hombres llevan un año luchando para que alguien investigue qué ocurrió aquel domingo por la tarde en Punta Negri. Sin embargo, poco han podido averiguar hasta ahora. Tanto Driss como Abdeslam aseguran que están abiertos a aceptar cualquier sugerencia o ayuda. “Si alguien cree que estamos dando mal los pasos o que hay cosas que aún podemos hacer, que nos lo diga”, señalan. Hasta ahora se han sentido desamparados tanto por el Gobierno local como por el central, aunque no pierden la esperanza de que los responsables políticos “cumplan con su obligación” y trabajen para conseguir que se esclarezcan los hechos.
“Sabemos que el único que puede hacer algo es el Gobierno”, apunta el padre de Pisly. Tanto Abdeslam como Driss señalan que no saben muy bien qué nuevos pasos pueden dar. Han viajado a Rabat para averiguar si allí estaba abierta la investigación, algo que según la información que recabaron no era cierto. También se han reunido con el nuevo cónsul de España en Nador, que llegó al cargo hace menos de dos meses. Incluso han llevado el caso al Tribunal Internacional de La Haya. Tienen los nombres de los agentes que supuestamente dispararon contra sus hijos y han conseguido, gracias a la ayuda del PSOE, que se pregunte en el Congreso por el caso al ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, los frutos han sido escasos, por no decir nulos.
“No hay nada nuevo, todo sigue igual”, dicen los dos hombres. Sin embargo, ninguno se resigna a pensar que los “asesinos” de sus hijos no serán juzgados algún día. “Queremos que los sienten en el banquillo y un juez decida si son o no culpables. No pedimos tanto”, reiteran los dos. También quieren que el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, se pongan en contacto con ellos para explicarles en qué punto se encuentra la investigación. Insisten en que, a pesar de lo que dijo García Margallo en el Congreso (el ministro afirmó que mantenía un contacto continuo con ellos), desde diciembre del año pasado nadie les ha llamado.

“Brutal asesinato”
“¿Por qué Imbroda no repite lo que dijo el día del entierro de nuestros hijos? Me gustaría que volviera a calificar el hecho de “brutal asesinato”, como hizo entonces, no de incidente o accidente”, dice el padre de Pisly. También piden la ayuda de los servicios jurídicos de la Ciudad. “En su momento dijeron que iban a personarse como acusación particular y luego apuntaron que no podían. Nos gustaría ver el registro de la presentación de esa querella. Además, si ellos no pueden, quizás nosotros sí. Que nos ayuden”, recalca Abdeslam.
Los padres de los dos jóvenes se preguntan, además, si el presidente de la Ciudad habrá aprovechado su visita a Madrid para la inauguración de la exposición ‘Universo Melilla’, para hablar sobre la investigación del caso de sus hijos con el ministro de Exteriores, que también acudió a la apertura de la muestra en el Instituto Cervantes. “No pedimos tanto. Sólo que si el presidente está allí, trate de buscar información sobre el caso y nos cuente en qué punto está”, recalcan.
Abdeslam hace referencia, además, al caso de los seis policías nacionales detenidos en Cartagena por la muerte de un hombre. “Eso exactamente es lo que nosotros queremos que se haga con los gendarmes que dispararon contra nuestros hijos. Que los detengan, los pongan a disposición judicial y los juzguen. Eso es lo que nuestro Gobierno debería exigirle al Ejecutivo marroquí”.
Los padres de los dos jóvenes insisten, como han hecho desde el primer día, en que ellos nunca han buscado un conflicto entre países. Recalcan que lo único que quieren es que se haga justicia y que lo que les ocurrió a estos dos jóvenes no vuelva a repetirse. “Nosotros no tenemos nada en contra de Marruecos, sólo queremos que los dos agentes que dispararon contra nuestros hijos sean juzgados, en lugar de continuar ejerciendo su trabajo”, apuntan.
A pesar de que ha transcurrido un año sin que nadie les esclarecer qué se está haciendo para aclarar lo ocurrido, los dos hombres aseguran que no pierden la esperanza de que se haga justicia, ni de que nuestro Gobierno se dé cuenta de que tiene una responsabilidad con estos ciudadanos. “Hasta que no se haga justicia ni nosotros ni nuestros hijos descansaremos en paz”, señalan.
Hoy, a partir de las 13:00 horas, volverán a concentrarse en la puerta del Palacio de la Asamblea, para recordar que aún no se ha aclarado el caso del fallecimiento de los dos jóvenes. Los representantes de los partidos de la oposición volverán a apoyarlos como vienen haciendo desde hace meses, este acto. Los padres de los dos jóvenes piden a todos los melillenses, que les han mostrado su apoyo a lo largo de este año que los acompañen. “Para nosotros no es fácil concentrarnos cada mes, porque es remover muchas cosas. Aún así tenemos claro que seguiremos haciéndolo hasta que juzguen a los asesinos, aunque estemos nosotros dos solos”, apostillan los dos hombres.