1 Salida desde la sede del Hipódromo
La procesión de la Virgen del Carmen inició su recorrido a las 17:00 horas desde la sede de la Asociación del Hipódromo. Una escuadra de gastadores de la Compañía de Mar escoltó a la imagen desde este lugar y hasta la playa, momento en el que abandonaron la escolta para dejar a la Sagrada Titular con su barrio en el Paseo Marítimo.
2 Misa en San Agustín
El cortejo procesional se dirigió, tras la salida, a la iglesia de San Agustín. Llegó a las 18:00 horas a las puertas de la parroquia y, en una cuidada y especial maniobra el trono de la Virgen, entró por el pequeño dintel de la puerta de San Agustín. En el interior se ofició una misa en su honor y en la que se pidió por aquellos que dieron su vida en el mar.
3 Una ofrenda muy especial
Como cada año, tras salir de la misa y antes de llegar a la playa, la Virgen del Carmen se dirigió hasta la casa de la mujer de un hombre que dio su vida en el mar durante un rescate. La procesión se acercó hasta la casa de Carmen y se inclinó para agradecer este hecho. A la viuda le regalaron un ramo de flores. Fue uno de los momentos más especiales y emotivos del cortejo procesional. En este mismo lugar se realizaron presentaciones de niños recién nacidos a la imagen.
4 Bención de las playas de Melilla
La procesión de la Virgen del Carmen llega hasta el paseo marítimo y entra en la playa del Hipódromo. Allí, como no pudo embarcarse la imagen tal y como estaba previsto por el mal tiempo y el fuerte levante, la Virgen fue llevada hasta la orilla, donde los costaleros se mojaron hasta la cintura para mecerla con las olas del mar. Después salieron del agua para llevar a la imagen hasta los ‘coreanos’ por el paseo marítimo. A la altura del Dalila realizaron un relevo y los hombres del barrio de Corea la llevaron hasta el mar y posteriormente, empapados hasta el pecho, la sacaron de rodillas.
5 Llegada al Bar Aragón
Cerca de las 21:00 horas la comitiva procesional llegó hasta el Bar Aragón. Éste fue otro de los momentos más especiales de la jornada. El propietario salió a recibir a la imagen que se inclinó en forma de reverencia o saludo. El dueño del bar, como cada año, lo agradeció con la ofrenda de un ramo de flores. Tras terminar este acto, un poco más adelante, en la misma calle se produjo el relevo de las mujeres de Corea que fueron las encargadas de trasladar, finalmente, a la Virgen hasta su sede para la recogida.
6 Presentación en Corea y recogida
El reloj marcaba las diez de la noche cuando la Virgen del Carmen llegó a la altura de la calle Corea, en el barrio del Hipódromo, donde muchos melillenses y vecinos la esperaban junto con un altar y otra imagen de la misma advocación que siempre se encuentra en este lugar. El trono subió una escalinata para postrarse ante el altar levantado por los vecinos del barrio y para recibir la presentación de los niños recién nacidos del barrio, así como las ofrendas de los ciudadanos. Acto seguido, la Virgen emprendió camino de vuelta.