La directora territorial del Imserso, Francisca Coll, dice que Melilla es “pionera” en la aplicación de la Ley de Dependencia.
Con motivo de la celebración esta semana pasada del séptimo aniversario del Centro Social de Mayores, la directora territorial del Imserso en Melilla, Francisca Coll, manifestó su satisfacción por los logros conseguidos con el colectivo de mayores aunque también señaló que uno de los retos a los que se enfrenta la sociedad es el de tomar conciencia del Envejecimiento Activo consistente en que los mayores son “el objetivo y el pretexto de su vida”. En sus declaraciones también destacó que la ciudad es “pionera” en la aplicación de la Ley de Dependencia que no solamente consiste en dar atención a estas personas sino también en ofrecerles todas las posibilidades de la promoción de la autonomía personal.
– ¿Qué balance hace de los siete años del Centro Social de Mayores?
– Nació en octubre de 2004 con el planteamiento de cómo se envejece en Melilla y con una lista de propuestas que queríamos llevar a cabo. Hoy no podemos más que sentirnos muy satisfechos con lo que se ha hecho y sentirnos orgullosos con las metas conseguidas. No obstante, también somos conscientes de que hay que seguir avanzando en dar más servicios y prestaciones a más personas mayores. Además, el principal servicio que damos en el Centro es la estancia diurna, de la que se benefician 24 personas y sus familias que tienen la tranquilidad de que todas sus necesidades están cubiertas.
–¿Qué significa el envejecimiento activo?
– Es uno de los retos a los que nos enfrentamos y el año que viene, el 2012, será el Año del Envejecimiento Activo. Es un concepto muy complejo que consiste en que se debe actuar desde las personas mayores. Tenemos que cambiar con ellos porque en las últimas décadas y ya con vistas a la década de 2020 ellos han cambiado radicalmente su actitud. Toman las riendas de su vida, de sus actividades y no ser simples receptores de lo que se haga en el Centro Social de Mayores. El colectivo ha cambiado totalmente de dirección, se están alejando del paternalismo y son ellos el objeto y pretexto de su vida, son ellos los ejecutores de su actividad. En este sentido, el Centro ha sabido dar respuesta a esta situación y la sociedad de Melilla también tiene comprender este cambio.
–¿A cuántas personas se atienden hoy día en el Centro Social de Mayores?
– Poco a poco hemos ido consiguiendo muchos objetivos y no hay duda de que tenemos ilusión y ganas de seguir trabajando porque contamos con más de 4.200 socios, aunque no todos vienen habitualmente. Son 24 personas dependientes las que vienen todos los días y alrededor de un centenar participa en actividades y talleres habitualmente. Además, el centro también ofrece un servicio de comedor a cerca de 200 personas cada día.
–¿Cuál ha sido el impacto real en Melilla de la aplicación de la Ley de Dependencia?
– La apuesta ha sido y está siendo importantísima no solamente en la atención a las personas en situación de dependencia sino también se está incidiendo en la promoción de la autonomía personal de este colectivo, sobre todo cuando se encuentran en los primeros grados de dependencia. Además, Melilla es pionera en la implantación de la Ley y se están cubriendo todas las expectativas, ya que ya son 1.000 melillenses los que están percibiendo algún servicio o prestación contemplada en la Ley. Otra de las cosas buenas que tiene la aplicación de la Ley en Melilla es que la valoración individual de cada caso permite que se derive a la persona y se le oriente directamente a los servicios y actividades que más se adecúan a sus necesidades ya sea orientada a la Terapia Ocupacional, Fisioterapia, el área de Psicología o en las actividades y talleres que se realizan.