María Elena Fernández ofreció una conferencia sobre los 150 años de presencia hebrea en la ciudad.
Con motivo del 150 aniversario de la llegada de la comunidad judía a Melilla, la asociación cultural Mem Guímel está organizando, desde principios de este año, numerosos actos y actividades para remarcar la importancia y la huella que este colectivo ha dejado y deja en la ciudad autónoma. Ayer por la tarde tuvo lugar una de estas actividades, que se realizó en el Instituto Juan Antonio Fernández y que corrió a cargo de María Elena Fernández, historiadora e integrante del proyecto Sefamiel, que busca recuperar la memoria y la historia de la comunidad judía de la ciudad.
Fernández aseguró a El Faro que su conferencia trató “en líneas generales” sobre lo que han aportado los judíos a Melilla estos últimos 150 años. Asimismo, explicó que, desde su llegada a la ciudad hace siglo y medio, los integrantes de la comunidad “deseaban ser españoles” ya que la mayoría venía de Marruecos y encontraba que Melilla se les ofrecía “más protección”. Asimismo, la ponente comentó que los judíos decían ser “melillenses”, puesto que tomaron cariño a la ciudad por permitirles vivir en paz y desarrollar sus negocios. Además, Fernández explicó que hay hijos de inmigrantes judíos de Melilla que tienen “especial cariño a la ciudad” aunque no viven en ella.
Durante la ponencia, Fernández también explicó la evolución laboral de este colectivo, ya que sus miembros “pasaron de ser comerciantes a dedicarse a otro tipo de actividades”. Además, comentó cuánto ha cambiado con respecto al número, puesto que en la década de 1930 llegaron a ser una comunidad de alrededor de 7.000 personas, mientras que ahora el colectivo ronda las 1.000 personas.
Contribución
Otro de los puntos que la ponente trató a lo largo de su conferencia fue la “contribución a la arquitectura y a la multiculturalidad” que este colectivo aportó a Melilla con su llegada en el año 1864. Con respecto a los edificios y las estructuras de la ciudad, Fernández aseguró que el impulso de los judíos a la arquitectura modernista que caracteriza a la ciudad fue importante, puesto que invirtieron parte de “su patrimonio y su capital” en obras como el conocido como Triángulo de Oro, que comprende una zona céntrica de la ciudad caracterizada por edificios modernistas y que engloba, entre otros, el Palacio de la Asamblea o la Plaza de España. El cementerio judío de San Carlos también fue una de las aportaciones arquitectónicas importantes, puesto que la propia asociación, a través de sus investigaciones en el proyecto Sefamel, destaca que puede tratarse de uno de los lugares de este tipo más antiguos de toda España.
Con respecto a la multiculturalidad, Fernández comentó que “cuando llegaron los judíos, en Melilla sólo había cristianos”, por lo que la incursión de esta comunidad supuso el primer paso de cara a la mezcolanza de culturas que actualmente se da en la ciudad autónoma. Asimismo, la conferenciante aseguró que con la llegada de los judíos “no hubo conflictos”, ya que tantos éstos como los cristianos “estaban acostumbrados a tener contactos comerciales”. Con respecto al culto y las diferentes costumbres, Fernández considera que la integración hebrea y sus costumbres y sus ritos no hicieron sino enriquecer a la ciudad.
Sefardíes y ashkenazíes
Durante la conferencia, la historiadora también se afanó en explicar una de las características de la comunidad judía de Melilla, que se centra en que los hebreos de la ciudad son sefardíes. Así pues, Fernández explicó la diferencia entre sefardíes y ashkenazíes, otra rama de los judíos que se extendió por el centro y el norte de Europa. Los sefardíes se extienden por la zona de Marruecos y Turquía, principalmente. Las diferencias entre estos dos grupos hebreos se centran en la forma de orar, el sus costumbres e incluso en su vestimenta.
La comunidad hebrea de Melilla se caracteriza por provenir, principalmente, de Marruecos. La ciudad autónoma sirvió de sitio de paso para muchos de los integrantes de este colectivo, puesto que, como ya explicó Fernández en su anterior conferencia, Marruecos persiguió a los judíos entre los años 1956 y 1961, por lo que éstos vieron en Melilla un lugar donde estar protegidos y viajar a otros lugares del mundo, principalmente a Israel.
Degustación de productos sefardíes y españoles
La conferencia a cargo de María Elena Fernández, que trataba sobre la aportación de la comunidad judía en los 150 años de este colectivo en Melilla, contó también con la presencia de paneles informativos y estuvo abierta a todo el público, y no sólo a los alumnos del instituto Juan Antonio Fernández.
Además, una vez terminada la ponencia, los asistentes pudieron disfrutar de una copa de vino, acompañada de una degustación de productos dulces y salados. Se trató de alimentos típicos sefardíes y españoles, que sirvieron para demostrar también la aportación de la comunidad judía a la gastronomía, puesto que estos alimentos se consumen entre los integrantes del colectivo de la ciudad autónoma.
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