Los jóvenes de Melilla destinan la mitad de su sueldo a pagar el alquiler

El 80% de los jóvenes sigue viviendo con sus padres y los que están emancipados destinan el 40% de su sueldo a pagar el alquiler según la encuesta El Futuro es Ahora realizada por PlayGround en colaboración con la Universidad y Bussines School ESIC. El Faro ha salido a la calle para preguntar a los melillenses acerca de cuánto pagan los jóvenes por el alquiler en Melilla y si les supone un gasto importante.

El acceso a la vivienda es la segunda preocupación para los jóvenes después del empleo según la respuesta de más de 13.000 jóvenes en la encuesta El Futuro es Ahora. El 80% de los encuestados confiesan que siguen viviendo en casa de sus padres porque les resulta imposible emanciparse. La precariedad laboral es la causa principal.

Este es el caso del hijo Fátima, una melillenses que cuenta a El Faro que su hijo de 31 años sigue viviendo en su casa porque no encuentra trabajo. En su caso lo suelen llamar para trabajar de forma intermitente 2 o 3 días al mes en una obra. De esta forma dice Fátima, es imposible que se vaya de casa si tiene que darle dinero hasta para comprar un bocadillo. No es el único joven de la familia que no encuentra trabajo, su sobrino de 21 años tampoco.

Son muchos los jóvenes que no encuentran trabajo en este momento. Según datos del portal Injuve perteneciente al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en enero de este año había 475.629 jóvenes de 16 a 29 años en paro. Pese a que esta cifra ha bajado un 36,47% en el último año, España sigue siendo el país con mayor tasa de desempleo de la Unión Europea con un 39,5% de jóvenes menores de 25 años desempleados seguidos de Grecia e Italia según el portal alemán Statista. Estos valores casi duplican el porcentaje de la Eurozona y la Unión Europea.

En Melilla este dato es aun más preocupante. En el primer trimestre de 2022, la tasa de paro era del 62,56% en los menores de 25 años según datos del INE. Esta cifra está muy por encima del último trimestre de 2021 en el que la tasa llegaba al 40,76%, una cifra muy por debajo desde finales de 2019 y el inicio de la pandemia donde subió de forma generalizada.

Algunos como Alejandro que viven de alquiler en Melilla, no tienen trabajo. Su pareja y él pagan 470 euros por un piso con una habitación. Ahora mismo se están pudiendo costear el alquiler gracias a los ahorros que tenían. A veces dice, la mitad del sueldo se va en el alquiler, con suerte, porque otras veces es el sueldo entero de uno de los dos. La pareja está pensando en echar las ayudas del alquiler que ha anunciado el Gobierno para los jóvenes. Ayudas que aun no se han publicado. Son las Ciudades y Comunidades Autónomas las que tienen que gestionar estas ayudas.

Otros Melillenses en cambio, aunque tengan trabajo, el alquiler les supone un gasto muy importante en relación con sus ingresos. Por un piso de una habitación paga 500€. Para Amin, el alquiler le supone emplear el 40% de sueldo en pagar el alquiler. Cifra que aumenta hasta el 60% cuando suma otros gastos mensuales como el agua o la luz. Él cuando a El Faro, se independizó, por suerte o por desgracia como dice él, hace bastante tiempo. Al principio le costó bastante. El principal problema según él es la precariedad laboral, los sueldos siguen siendo bajos mientras que los precios suben cada día.

Y es que el alquiler en Melilla es muy caro respecto a otras ciudades españolas. Como ya hemos hablado anteriormente, en Melilla el metro cuadrado se sitúa en 9 euros. El precio de los alquileres es otro de los inconvenientes que ven los melillenses para independizarse. En la calle nos hemos encontrado a Laura, una mujer que ha vivido en diferentes ciudades desde que se independizó. Para ella los alquileres en Melilla están mucho más caros que por ejemplo en Málaga. Allí dice que en una zona buena cerca de la playa, los alquileres son más baratos que en Melilla.

El alquiler no es solo el problema, los gastos que conlleva vivir en una casa como la luz, el agua o la comunidad entre otros hace imposible a muchos jóvenes como Jesús marcharse de casa. Él vive con su madre con una pensión de 360€ y el alquiler le sale por 250€. La familia es quien tiene que ayudarlos para que salgan adelante.

En una sociedad en la que el ritmo de vida es cada vez más acelerado y la tecnología no hace estar más cercanos al trabajo aunque te vayas de vacaciones, se vive para trabajar. Es lo que nos ha dicho Luis, un melillense que destina el 50% de su sueldo al alquiler, se queja de que cada vez vive más para trabajar que trabaja para vivir. Él cobra 1200€ y paga 700€ de alquiler con su novia. Si no viviera con su pareja, confiesa que no podría vivir independizado. Luis dice que por su trabajo en el que le pagan las dietas, tiene los principales gastos cubiertos. La cosa cambia cuando tiene que coger un avión o un barco para ir a la península. En ese caso el presupuesto se le descuadra.

La población española en general siempre ha sido más de comprar propiedades que de vivir de alquiler. Ha sido una idea que las generaciones anteriores han ido transmitiendo a sus hijos con el pretexto de que alquilar es tirar el dinero. En una sociedad en la que los trabajos cada vez son más precarios y los alquileres cuestan cada vez más caros, a los jóvenes se les hace imposible independizarse y mucho menos hablar de comprarse una casa.