Los inmigrantes que intentan acceder a Melilla utilizan garfios y anclas de fabricación caseras, al tiempo que incrustan tornillos en sus zapatos, para poder superar la valla, reforzada desde hace semanas con la malla antitrepa.
Según un portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Melilla, la instalación de la malla, que impide introducir los dedos al tener unos agujeros más pequeños, ha obligado a los inmigrantes a buscar nuevos métodos.
“La malla antitrepa es algo provisional, porque contra el hambre y la desesperación pocas vallas se pueden poner”, afirman desde esta asociación, que considera que los inmigrantes siempre buscarán formas para intentar alcanzar su objetivo de pisar suelo español.
Además, en ocasiones, como ocurrió ayer en el último intento de entrada a la ciudad, los subsaharianos prenden fuego a la ropa que llevan, lo que dificulta que puedan ser agarrados de las mismas por los efectivos policiales, tanto en el lado marroquí como en el español.
Esto ha obligado, según la AUGC, a que los miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil que han participado en la contención del último asalto hayan llevado a pie de valla un extintor, ya que uno de los inmigrantes encaramados ha hecho ademán de querer prender su ropa.
Ha sido solamente una medida preventiva, porque en esta ocasión, no han mostrado intención de arrojarla contra los agentes, como sí ocurrió el pasado 1 de mayo.
La AUGC resalta, además, que todo refuerzo que se envíe de agentes a Melilla para hacer frente al problema de la inmigración es “bueno”, aunque considera que lo que es más necesario es un aumento de la plantilla, ya que la falta de personal no se puede suplir con un refuerzo provisional.
Por otra parte, se critica la falta de información y de directrices que sufren los guardias civiles para prevenir un posible contagio del virus del Ébola.
Aseguran que se ha dado a los agentes guantes y mascarillas, pero no trajes especializados, al tiempo que la única información que han recibido es la que se ha colgado en la intranet con una serie de recomendaciones, algo que creen que “no es serio”. “El guardia civil es el primer escalón con el que un inmigrante se encuentra”, aseguran.