Tras el verano, la llegada de pateras baja, pero no en la playa local dado el poco trayecto a realizar en alta mar. Las buenas temperaturas veraniegas son propicias para que los inmigrantes se embarquen desde costas marroquíes e inicien su periplo hasta las costas melillenses y españolas en patera. Con la llegada del otoño y el invierno los intentos de entrada vía marítima en territorio español descienden dado el mal estado de la mar en esta época. No obstante, la última patera llegada ayer por la mañana a la playa del Hipódromo y la interceptación de otra por autoridades marroquíes en la noche del jueves con dirección a Melilla rompe la teoría, dado el poco trayecto que las embarcaciones deben hacer en alta mar desde tierras marroquíes hasta el litoral local y las nuevas fórmulas de camuflaje para alcanzar el objetivo: Barcas de pesca.
Los inmigrantes han encontrado así una forma de intentar confundir a autoridades marroquíes y españolas. Hasta hace pocos meses, los inmigrantes llegaban en embarcaciones neumáticas, en muchos casos casi de juguete, pero ahora escogen embarcaciones muy semejantes a las que utilizan los pescadores marroquíes para pasar desapercibidos y arribar a la playa melillense.
Es otro de los retos a los que se enfrenta la Guardia Civil en la vigilancia y control de nuestras costas. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) señalaron a El Faro que este método de camuflaje se paliaría en gran medida si el SIVE funcionara las 24 horas. La vigilancia de las costas desde las garitas del Instituto Armado hace que para los guardias una barca de pesca marroquí se confunda con una patera llena de inmigrantes. En muchos casos, apuntaron desde AUGC, los guardias detectan esas pateras camufladas, pero en otros, éstas consiguen llegar a la playa.
No obstante, la AUGC espera que dado que la climatología en alta mar empeorará, será más difícil para los inmigrantes conseguir su objetivo y por ello, creen que la vía marítima será la última opción que escogerán para llegar a la costa melillense o a la península por los riesgos que comporta afrontar el trayecto con el mar picado y teniendo en cuenta las características de las embarcaciones que utilizan los inmigrantes.
Por último, desde la AUGC destacaron la importancia de la utilización del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) para interceptar a tiempo las pateras con intención de llegar a las costas melillenses. Dado que este sistema de radar es útil en el mar y para detectar movimientos de grupos de personas en tierra, desde la entidad se preguntan si realmente funciona las 24 horas del día, que, no obstante, sería “lo aconsejable”.