La asociación del gremio confía en que los eventos y el turismo familiar den un empujón a lo que queda de periodo estival.
El verano en Melilla siempre es curioso. Ya sea por el calor, la humedad o por las vacaciones. A medida que se han ido sucediendo los días, más y más melillenses se han ido de la ciudad para disfrutar de sus días libres en otros lugares. Asimismo, muchos melillenses han vuelto a casa después de todo el año estudiando o trabajando fuera. Estos flujos variables de comportamientos de los ciudadanos son los que hacen que, por un lado, la Asociación de Hosteleros de Melilla espere y considere que el mes que acaba de empezar pueda servirles para ‘hacer el agosto’ en cuanto a las cifras del verano, mientras que, por otro lado, los comerciantes no tienen esperanzas en esta parte del verano para remontar sus cifras. Paradójico es que una situación contraria se diera en el pasado mes de julio, cuando los comerciantes dijeron sentirse satisfechos con el nivel de ventas y apuntaron al Ramadán como razón, mientras que los hosteleros señalan a este mismo argumento para explicar por qué no le salen las cuentas. Así pues, en cuanto a los bares y restaurantes de la ciudad, la asociación del gremio defiende que agosto puede ser un mes mejor para estos establecimientos, puesto que el turismo familiar frecuenta los bares de la ciudad. Asimismo, apuntan que no esperan que se repita una situación como la de julio, cuando describen como desértico el paisaje de la ciudad. Además, comentan que muchos establecimientos decidieron cerrar, especialmente los fines de semana, ante la falta de clientes, algo que no ven lógico en un periodo vacacional en el que los melillenses tienen más tiempo libre. Así pues, el presidente de la Asociación de Hosteleros, Amaruch Hassan, aseguró ayer a El Faro de Melilla que confían en que el turismo de familias, es decir, allegados que vienen de visita a la ciudad o melillenses que vuelven por vacaciones, ofrezcan un repunte a la economía del gremio de los hosteleros de cara a este verano. Eventos Por otro lado, Hassan considera que la organización de eventos es fundamental para animar a la gente a salir a la calle y a consumir en los bares y restaurantes de la ciudad, por lo que ve en esta posibilidad, una salida para consolidar el gremio hostelero. “El fin de semana pasado hemos notado más movimiento por el campeonato de España de Fútbol Playa”, apunta el presidente de la organización, que anima a que se cuente con la asociación a la hora de organizar eventos que traen a Melilla a tantas personas, como un concurso culinario o de tapas, que haría que mucha gente saliera a la calle por este evento. Así pues, el presidente de los hosteleros de Melilla se muestra esperanzado ante el inminente comienzo de la Semana Náutica, que considera que puede ser un buen revulsivo para el sector, ya que trae a personas de fuera a la ciudad, a la vez que hace que los melillenses salgan a la calle.
Un Ramadán positivo o negativo, según cada sector
Uno de los puntos para entender esta contradictoria situación que se ha dado entre los sectores de la hostelería y del comercio es el Ramadán. Gracias a esta celebración, los comerciantes de la ciudad han visto cómo sus cifras de ventas crecían, especialmente al término de dicha festividad musulmana. Por otro lado, una de las razones que esgrimen los hosteleros para explicar su mal mes de julio, es precisamente el Ramadán, puesto que consideran que ha hecho que muchas personas no salieran de casa, lo que ha dejado un panorama de bares y restaurantes cerrados, incluso los fines de semana, cuando suele haber más clientes.