Los guardias civiles se sienten los más afectados por el desvío de porteadores

SUP apoya que el contrabando salga por Barrio Chino. AUGC cree que el problema que tenía la Policía se traslada a la Guardia Civil. CEP habla de “parche” y pide una solución seria.

Nunca llueve a gusto de todos. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) apoya la decisión del delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, de desviar todo el tráfico de mercancías de Beni Enzar hacia Barrio Chino. Sin embargo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) considera que la medida perjudica a los agentes de la Benemérita porque traslada a la Guardia Civil de Barrio Chino el problema que venía sufriendo la Policía Nacional de Beni Enzar con los porteadores.
Hasta ahora el Cuerpo Nacional  se ocupaba de controlar la entrada de porteadores por Beni Enzar. Con el desvío del tráfico de mercancías a Barrio Chino, ahora son los guardias civiles los que tienen que controlar a una mayor cantidad de porteadores (los que venían usando este paso fronterizo y los que han sido desviados desde Beni Enzar).
La Confederación Española de Policía (CEP) también ve dificultades en el desvío del ‘comercio atípico’ hacia Barrio Chino, pero por motivos diferentes. Su portavoz, Enrique Travieso, considera que se trata de un “parche” porque el contrabando se desvía hacia Barrio Chino sin hacer mejoras en este paso. “Faltan reformas para adaptar esta frontera al control de la mercancía que sale de Melilla. Nadie sabe lo que va en los fardos y deberíamos saberlo. Volvemos a reiterar que en esa zona necesitaríamos un escáner de cinta como el de los aeropuertos y que se eliminen los tornos a la salida”, dijo.
AUGC y CEP defienden que debería haber seguridad privada en Barrio Chino para encargarse de la organización de las colas de porteadores. “Eso no lo debería hacer la Guardia Civil porque la Benemérita está para prevención y seguridad ciudadana. La mercancía debería pasar en contenedores a Marruecos”, añadieron desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Melilla.
Del desvío de mercancías a Barrio Chino hablaron ayer los sindicatos policiales y AUGC con los diputados de Coalición por Melilla Mustafa Aberchán, Hassan Mohatar y Dunia Almansouri, en una reunión mantenida en la sede de la Asamblea. El encuentro, convocado por CpM, sirvió para que cada uno de los participantes aportara sus puntos de vista sobre dos temas principales de Melilla: Inmigración y frontera.
Los representantes de CEP, SUP y AUGC que asistieron al encuentro coincidieron en señalar que la cita transcurrió en un clima de cordialidad, que invita a continuar con este tipo de contactos.
Para Mustafa Aberchán y Hassan Mohatar la reunión fue “interesante” y por eso se repetirá el próximo martes. Ese día, los sindicatos policiales y AUGC deberán llevar sus propuestas de mejoras en la frontera por escrito para que CpM las incorpore a un documento que quiere enviar al Congreso de los Diputados.
En principio, Aberchán está abierto al diálogo, pero por experiencia sabe que será difícil consensuar un texto único. En cualquier caso el líder cepemista lo tiene claro: “El documento se va a hacer aunque estemos solos y lo llevaremos al Congreso de los Diputados aunque lo llevemos solos”, comentó ayer a El Faro.
Además, CpM tiene previsto organizar una manifestación reivindicativa pidiendo mejoras en la frontera y la retirada de la concertina los próximos días 29 o 30 de este mes. “La movilización la haremos aunque estemos solos”, recalcó Aberchán a El Faro.

El SUP está con el delegado
Jesús Ruiz Barranco, representante del Sindicato Unificado de Policía en Melilla, salió ayer de la reunión sin saber a ciencia cierta si CpM está con la Policía Nacional o con los comerciantes de la frontera (los primeros están a favor de que no pasen las mercancías por Beni Enzar y los segundos, en contra). “En la prensa he leído que apoyan a los comerciantes, pero hoy (por ayer) nos ha escuchado. Mi sindicato no va a renunciar a que la Policía Nacional trabaje con tranquilidad y seguridad en Beni Enzar. Nosotros apoyamos la decisión del delegado del Gobierno de trasladar el ‘comercio atípico a Barrio Chino”, comentó a El Faro.
Asimismo, Barranco aclaró que su sindicato es independiente y que tiene la intención de escuchar a todos los partidos políticos que les llamen. “Yo voy a ser muy flexible con el tema de la frontera, siempre que se garantice que sea ágil y segura para los melillenses y para los policías nacionales”, recalcó a este diario.
También se habló en la reunión de ayer de la concertina, a la que el CEP se opone diametralmente. “Estamos en contra de que se monten dispositivos que vulneren los derechos de las personas, pero eso no quiere decir que quiera café para todos. La inmigración tiene que ser ordenada”, concluyó Travieso.

Damnificados del contrabando

El diputado de CpM Hassan Mohatar comentaba ayer a El Faro que el negocio fronterizo deja en la ciudad unos 50 millones de euros en concepto de IPSI. Ésa quizás sea la cara amable de un ‘comercio atípico’ cuestionado por las condiciones en las que trabajan los porteadores o por los conflictos que han provocado sus avalanchas y apedreamientos a la Policía Nacional en los pasos fronterizos de Beni Enzar.
Sin embargo, en la ciudad hay damnificados que sufren en silencio los daños colaterales del contrabando. Es el caso de D., una trabajadora de las naves que están en la Avenida de Europa, haciendo esquina con Villa Francesa. “Los contrabandistas están aquí desde las ocho de la mañana. Cuando me voy a las tres, siguen aquí. No se puede aparcar en esta calle y si dejas el coche, te lo rallan o le dan un golpe y se van sin más. La calle está llena de cartones y basura a todas horas. Por aquí no pasan los limpiadores municipales. Tenemos una especie de jaula para echar la basura y una empresa que se pasa a reciclar los cartones”, explicaba ayer a El Faro con amargura.
No es la única que se ha quejado del contrabando. Abdelkader Abdeselam, portavoz de los comerciantes de la frontera, ha criticado en más de una ocasión el hecho de que las furgonetas con mercancía de contrabando hagan guardia en Barrio Chino cada noche para ser los primeros en pasar los bultos a Marruecos al día siguiente o que los gorrillas controlen quién pasa qué y en qué cantidad, con el beneplácito de la Guardia Civil.
Hassan Mohatar cree que en Melilla tenemos que ser más cuidadosos “con lo que tenemos”. “A todos nos gustaría que vinieran más ingleses y franceses a la ciudad. La realidad de Melilla es otra. Aquí no queremos a los maleantes, pero el que viene a comprar hay que tratarlo bien. Entre 20.000 y 25.000 personas pasan cada día por la frontera y ni siquiera hay un baño en Beni Enzar que puedan usar. La frontera debería tener aseos”, apuntó ayer.
Éste es uno de los temas que CpM quiere incluir en un documento que tiene intención de elaborar con el consenso de la mayor cantidad de entidades sociales y políticas de la ciudad para enviarlo al Congreso de Diputados.  
Ese documento se centrará en pedir un Cuerpo especial de frontera, que los agentes cobren incentivos de productividad acordes a la tarea que desempeñan, que haya un paso comercial, uno vecinal y el principal (Beni Enzar) que se use como puerta de entrada a Europa”, resumió Mustafa Aberchán ayer a El Faro.

Comerciantes dan un voto de confianza a El Barkani

Los comercios ubicados en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar reabrieron ayer sus puertas después de dos días cerrados, como señal de protesta por la imposibilidad de sus clientes de salir hacia Marruecos con las compras hechas en tiendas y almacenes de la zona.
Tras reunirse con el delegado del Gobierno el pasado miércoles, los comerciantes han decidido dar un voto de confianza a El Barkani. “Las fronteras son complejas. Tenemos que darle un poco más de tiempo. No queremos problemas. Esperemos que lo haga lo mejor posible”, señaló ayer Abdelkader Abdeselam, portavoz de los empresarios de la frontera, tras ser consultado por El Faro sobre si se había notado ayer alguna mejoría en el control de las mercancías que atraviesan el paso de Beni Enzar.