El último fin de semana de Feria no ha sido tan bueno para todo el mundo. La alerta naranja de previsión metereológica de este sábado puso en jaque a la mitad de los negocios que trabajaban desde hace días en el recinto ferial. En este caso, los feriantes fueron los más perjudicados después de que las autoridades les obligasen a cerrar sus negocios debido a las amenazas de lluvias y tormentas.
Desde la Administración local expresaron que tras los partes metereológicos, y el cambio de alerta amarilla a naranja, se vieron obligados a pedir el cierre de las atracciones por motivos de seguridad y evitar así posibles desgracias.
Por su parte los feriantes, este domingo a medio día se mostraron muy molestos debido al trato recibido el sábado pasado por parte de las autoridades que les obligaron a todos a cerrar sus negocio, ya sean atracciones como puestos de comestibles.
Juan Antonio Ortiz, propietario almeriense de una de las máquinas de algodón de azúcar denuncia que les obligaron a cerrar a las 23:30 horas, cuando comenzaba a llegar más afluencia de público, a fin de evacuar la feria por peligro de lluvias. Uno de los caseteros, Javier Felices, propietario de la Caseta de
Aragón, empatizó con los feriantes, ya que reconoció que al llegar el aviso a las 23:30 la gente estaba terminando de cenar y no les pilló tan desprevenidos.
Felices comentaba que en los parques de atracciones, como Port Aventura o Eurodisney, cuando hay tormentas, la gente no se monta, y en cuanto deja de llover la gente vuelve a montarse en la atracción. “Ha habido una seguridad que no he visto muy, muy acorde, pero, en fin, son ellos los que mandan y entienden, y nosotros tenemos que colaborar”, explicaba el casetero acerca de la acción de prevención de las autoridades.
En cambio para los feriantes, la situación es injusta: “Nada más que evacuaron la zona de atracciones, la zona de casetas continuaba abierta; si hay peligro yo creo que hay peligro para todos, para la zona de caseta y la zona de feria”, explicaba Ortiz indignado. Contaba que el día que más afluencia iba a tener la feria, la parte de los ‘cacharritos’ como dicen los melillenses, la Policía les pidió que cerrasen sus atracciones, bajo amenaza de denuncia.
El feriante comentó que el domingo ya se encontraban expectantes para poder abrir sus negocios para terminar la feria, y que a pesar de que la alerta naranja fue se para este último día, esperaban que les permitiesen poder abrir y así intentar reparar las pérdidas de este sábado. Aunque tampoco parecían muy esperanzados. “Estamos a la expensa de poder abrir, nosotros tenemos que embarcar a las 9:00 horas de la mañana este lunes y estamos esperando a abrir ahora si no habríamos empezado a desmontar ya”, explica el feriante.
Por otro lado, Juan Corral, feriante malagueño y propietario de dos negocios de comestibles, expresaba que el balance de este ha sido “fatal” y que el “remate final” fue la llegada de la policía ordenándoles el cierre de sus negocios. “No sé por qué, pero nos cerraron la Feria y las casetas estuvieron hasta las 4:00 horas funcionando, ellos ya cerraron para echar a la gente”, dijo.
Corral comentó que lleva viniendo a Melilla desde los años 70 y ha vivido la Feria del Parque Hernández y la plaza de España, de allí recuerda una riada donde les llegaba el agua por las rodillas. Explicó que entonces cerraba quien veía su negocio más afectado , y que abrían cuando podían.
Asimismo, aseveró que no es la primera vez que ha pillado lluvia en una feria, y que en Melilla, el último sábado también estuvo lloviendo desde las 22:00 horas y no se evacuó el recinto. El feriante malagueño expresó que ahora los negocios de feria están preparados para las inclemencias y que los propios feriantes conocen los riesgos a los que se exponen. Aún no han contabilizado las pérdidas del cierre del pasado sábado, aunque creen que serán considerables.
Bien conocio es que en " feria siempre llueve" y desde mi punto de vista se podría haber previsto un buen dispositivo de emergencia , sin actuar hasta el momento , ya que , no habia caido casi nada, y los melillenses ante la alarmente noticia en los medios de comunicacion por boca de los politicos desde el viernes ni nos asomamos por la feria .... pienso que todo tendria que haber sido mas discreto y dejar a los comerciantes de la feria hasta ultimo momento en caso de tormenta!! " esto no es darle vida a Melilla " como predicaban
El recinto ferial no es un sitio cerrado,no hay necesidad de evacuar a la gente por un pronostico de lluvia que ni si quiera fue acertivo....la señora concejala no pensó en las familias que nos ganamos la vida en la feria.
Es muchísimo más peligroso tener a 500 personas en una caseta de TOLDOS.
Todo se ha hecho desde el desconocimiento y sin mirar las consecuencias para los feriantes.