Los usuarios del centro disfrutan de tres días en contacto con la naturaleza y de múltiples actividades y juegos para fomentar la convivencia y el trabajo en equipo.
El verano ha llegado al Centro Gámez Morón y qué mejor manera de celebrarlo con el tradicional Campamento en El Fuerte de Rostrogordo. Tres días de juegos y mucha diversión para romper con la rutina y fomentar valores como la convivencia y el trabajo en equipo. Este año, el tema del campamento es ‘Exploradores’ con múltiples actividades en contacto con la naturaleza durante el día y por las noches contemplación de las estrellas y sus leyendas.
Un viaje por los cinco continentes es el hilo conductor de actividades como ‘Los enseres perdidos’; ‘Diversión en el río’; ‘La búsqueda del tesoro’ o ‘La danza de los cuatro elementos’. Los responsables de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín y Hassan Driss, visitaron ayer a los participantes en el campamento y compartieron con ellos algunos de los juegos que estaban realizando.
Buscar caramelos en un balde de harina no tiene mucha complicación a no ser que se haga con la cara mojada en agua previamente. Tampoco es nada difícil para los usuarios del Gámez Morón portar un huevo en una cuchara ni, en parejas, llevar un globo lleno de agua.
Una pequeña piscina también es un lugar ‘ideal’ para encontrar caramelos y golosinas, pero, sin duda, la actividad más atractiva para todos los participantes en el campamento y que también ayuda a combatir las altas temperaturas son los juegos en la gran piscina del complejo de ocio ‘El Fuerte’.
Otras actividades
Pero ésta no es la única actividad que los responsables del Centro Gámez Morón tienen preparadas para pasar un verano entretenido. A principios de mes realizaron un taller de risoterapia y además participarán, como es ya habitual, en el programa de vela adaptada, del 20 al 24 de junio. Por último, en los meses de julio y agosto les esperan las actividades del programa ‘Playa para todos’ que impulsa todos los años la Consejería de Medio Ambiente. No obstante, durante todo el año el centro realiza un total de 22 talleres entre sus actividades y participan en la vida social y cultural de Melilla con la asistencia a obras de teatro, uso del parque de Educación Vial y visitas a exposiciones en museos.
Garbín recordó que actualmente son 31 personas con discapacidad intelectual las que residen en el Gámez Morón, de las cuales 18 están en media jornada. Un total de 54 trabajadores de Eulen velan por su bienestar en el centro que tiene un coste anual de 1,7 millones de euros.
El Centro Gámez Morón satisface las necesidades de personas adultas con graves discapacidades intelectuales con una atención especializada también a las familias. Este servicio integral incluye los servicio de alojamiento, alimentación y transporte, otros de tipo sanitario, psicológico y rehabilitador, asistencial y educativo y los de deporte manipulativo y de ocio.