Abren sus puertas para cuidar a los ejemplares arrastrados por el agua de lluvia hasta Melilla.
Aunque por el momento no se han producido lluvias con la misma intensidad que en años anteriores, la asociación Guelaya-Ecologistas en Acción ha decidido volver a abrir las puertas de su vivero para albergar a aquellas especies animales, normalmente reptiles, que suelen aparecer en el cauce del río de Oro arrastradas por la corriente.
La iniciativa no es nueva, según recordó el máximo dirigente de la asociación ecologista, Juan José Villalón, quien explicó que la zona que Guelaya ha habilitado en su vivero para albergar a estos animales es un refugio donde pueden recuperarse de sus heridas antes de ser puestos otra vez en libertad.
Para llevar a cabo este proyecto, la asociación cuenta con diversos colaboradores, desde el Seprona, hasta los trabajadores de los Planes de Empleo que limpian la desembocadura del río, ya que normalmente es por esta zona donde más animales se encuentran, pues son arrastrados hasta la playa.
No obstante, cualquier persona que halle a una de estas especies y quiera dejarla al cuidado de Guelaya, puede hacerlo acercándose a su vivero
Entre las especies más afectadas por las riadas hay serpientes, galápagos leprosos, lagartos de cola plana y tortugas moras, cuyo hábitat natural está en las zonas más próximas de Marruecos.
Por ello, cuando pasan un tiempo en observación, la asociación ecologista los devuelve al país vecino, para que así puedan reintegrarse en su entorno.
“Lo normal es que pasen en observación entre tres días y una semana”, explicó Villalón, “pero en ocasiones incluso llegan a estar todo el invierno en el vivero”.
Así ocurrió el año pasado con dos galápagos leprosos, los cuales tenían el caparazón roto y necesitaron mayor tiempo dentro de las instalaciones de Guelaya para poder recuperarse adecuadamente.
Mirando al cielo
En años anteriores por estas fechas ya se habían entregado a la asociación varios especímenes. Sin embargo, en 2011 las lluvias no están teniendo la misma intensidad que en otros años, cuando el caudal del río bajó cargado de agua.
No obstante, Villalón recalcó que las puertas del vivero de Guelaya ya están totalmente abiertas en caso de que alguien encuentre alguna especie protegida en el río.