El año pasado se registraron un total de 201 rupturas, de las que sólo 18 fueron separaciones.
Los divorcios se han duplicado en nuestra ciudad en los últimos doce años. Una abuela diría aquello de que los jóvenes cada vez aguantan menos y que no saben enfrentarse a las dificultades de forma conjunta. Sea cual sea la razón, lo cierto es que el año pasado se registraron en Melilla 183 divorcios, mientras que en el año 2000 esta cifra se quedó en 70. Justo la tendencia contraria siguen las separaciones, es decir, las parejas que deciden dejar de convivir sin romper el vínculo legal del matrimonio. Hace doce años éstas fueron 123, el año pasado sólo 18. Las cifras, publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pueden indicar que las parejas cada vez son más drásticas a la hora de tomar la decisión de romper su relación. No obstante, si se compara la cifra de divorcios y separaciones con la del 2011, se comprueba un ligero descenso.
Las cifras del INE reflejan las principales características de los cónyuges que deciden divorciarse. En la mayoría de los casos ellos tenían entre 40 y 49 años, en concreto el 38% del total. En el caso de ellas, aunque la mayor parte también estaba dentro de esta franja de edad, el porcentaje es más bajo, del 26%. Sólo tres hombres mayores de 60 años decidieron dejar la relación con su mujer el año pasado, en el caso de las esposas, ninguna tenía más de 59.
¿En qué momento deciden divorciarse los melillenses? Las cifras del INE reflejan que hay dos tipos de parejas. Están las que no aguantan más de cinco años juntos, e 37% de los matrimonios que terminaron no habían rebasado el lustro, y luego están los que deciden dejar la convivencia legal después de casi una vida juntos, casi el 30% llevaba más de 20 años casado. La estadística refleja que no se produjo ningún divorcio antes de cumplir el primer aniversario de boda.
En cuanto a la nacionalidad de los cónyuges, casi todos eran españoles. En concreto, de las mujeres que terminaron con su matrimonio 139 era de nuestro país, 37 de otra nación del continente africano, tres eran europeas y otras tres americanas.
El estudio del INE analiza también quién decide dar el primer paso a la hora de divorciarse. En este punto, las mujeres les ganan a sus maridos en la toma de decisión de forma individual, aunque la mayoría de estas separaciones definitivas se hicieron de forma conjunta, el 40% del total.
Hijos, pensión y custodia
Los hijos son, sin duda, una de las piezas claves en cualquier proceso de divorcio. La mayoría de las parejas melillenses que finalizaron su relación en 2012 tenía hijos, sólo 44, es decir el 24%, no habían sido padres antes de decidir separarse.
Para los que sí tenían descendencia, tras el divorcio llega el momento de decidir quién se queda con la custodia de los niños. En las custodias individuales, ellas siguen ganando, 36 madres frente a sólo ocho padres. No obstante, en la mayoría de los casos, casi el 50%, fueron custodias compartidas.
En lo que ellas siguen sin estar a la cabeza es el pago de las pensiones. En el caso de las compensatorias, las esposas no abonaron ninguna, 28 maridos tuvieron que pagar a sus mujeres y en los 155 divorcios restantes ninguno tuvo que hacer frente a esta obligación.
En cuanto a las pensiones alimenticias para los hijos, 25 esposas pagaron de forma individual, hubo ocho casos de pensión compartida y en los 106 restantes fueron los padres los que tuvieron que abonar este dinero.