La Jefatura Superior de Policía ha comenzado a aplicar la directriz del Ministerio de Asuntos Exteriores encaminada a rechazar como documentos válidos los pasaportes expedidos por Marruecos en los que se consigna a nuestra ciudad y a Ceuta como parte del territorio alauita. En Melilla, como ha venido a confirmar el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Miguel Vaquero, sólo se ha detectado “algún caso” de ese tipo de pasaportes pero “no muchos”. No se trata por tanto y por ahora de un problema con efecto práctico en el tránsito de marroquíes a través de nuestras fronteras pero sí en otros ámbitos. Recordemos que fue el Colegio de Abogados de Madrid el que se percató de la circunstancia y remitió una circular a sus colegiados para que no admitiesen dichos pasaportes como documentos válidos a la hora tramitar procedimientos de extranjería e inmigración.
Sólo a instancias del diputado por Ceuta hemos sabido que el Gobierno de España ha reaccionado como debía hacerlo ante lo que representa una nueva fórmula de agresión marroquí contra la soberanía española de Ceuta y Melilla. Los pasaportes en cuestión se concentran en Nador y Tetuán, donde residen muchos marroquíes que nacieron en centros médicos de nuestra ciudad o Ceuta. El hecho no deja de resultar por tanto una brutal paradoja, porque mientras atendemos gratuitamente a parturientas marroquíes que llegan sin ningún control médico y por tanto en mayor situación de riesgo, Marruecos nos paga consignando en los pasaportes de sus súbditos que nuestras dos ciudades forman parte del territorio alauí. Una burla grotesca de un irredentismo anexionista cada vez más caduco y anacrónico.