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Existen sentimientos encontrados respecto a la responsabilidad de los melillenses al volante y su habilidad de conducción en la ciudad
No respetan los semáforos ni los pasos de cebra y muchas veces aparcan en zonas reservadas para minusválidos. Éstas son las principales quejas que explica Laura Ramírez a El Faro sobre los hábitos de conducción de los melillenses en la ciudad. Otro joven, Pablo C., cree que Melilla no es una ciudad con una buena regulación de tráfico. Pablo se muestra rotundo cuando dice que “cada uno conduce a su manera. Los conductores de Melilla no tienen respeto ninguno por nada ni nadie”.
No todo son críticas negativas. Alba Soler dice que la ciudad es buena para aprender a conducir en un entorno pequeño, porque uno se puede “manejar mejor”. Ahora bien, “no sirve, obviamente, para aprender a ir por autovía”. Francisco Rodríguez también considera que no es necesario regular el tráfico de la ciudad, “todo está bien desde mi punto de vista”, asegura.
Estos cuatro testimonios no se ponen de acuerdo ni en el comportamiento de los conductores al volante ni en la organización vial de la ciudad, pero destacan puntos a tener en cuenta para mejorarla.
Falta de civismo
Ramírez cree que hay una falta de civismo generalizada, tanto por parte de los conductores como de los peatones. “Mejorar el comportamiento de todos evitaría muchos accidentes”, sentencia Pablo, que no ha querido facilitar su apellido, reitera la “evidente” falta de respeto por parte de “todos” los conductores.
Por otro lado, tanto Soler como Rodríguez consideran que los hábitos al volante son correctos y no se salen de “lo normal”. Ambos dicen que la conducción en Melilla es bastante segura, dejando de lado algunas que otras excepciones, que pueden darse en cualquier lugar.
Sacarse el carnet
Estos cuatro jóvenes coinciden en que el verano es la mejor temporada para sacarse el carnet de conducir, porque la gente está de vacaciones y tiene más tiempo libre para preparárselo con calma.
Ramírez está actualmente estudiando para sacarse la teórica. Todavía no se ha presentado a ninguna convocatoria, ya que quiere estar “segura” antes de arriesgarse. Por su parte, Soler de momento no tiene carnet y no sabe cuándo se lo sacará. La joven asegura que no tiene prisa ni lo ha necesitado, así que se lo pensará con calma. Rodríguez y Pablo sí que tienen el carnet y aseguran que son buenos conductores.
El precio
Sacarse el carnet de conducir en Melilla es mucho más barato que hacerlo en la península. Mientras que en el resto de España conseguir el permiso puede oscilar entre los 700 y los 1.200 euros según la ciudad, el precio medio en Melilla oscila entre los 500 y los 800 euros, dependiendo del bonos de las prácticas y de las ofertas que presentan cada una de las autoescuelas.