A poco más de dos meses del comienzo de las obras de la calle General García Margallo, que se vienen ejecutando dentro del conjunto de reformas que la Ciudad Autónoma ideó para el barrio del Rastro, los trabajos avanzan de manera rápida, para sorpresa de comerciantes y vecinos.
Precisamente, para los comerciantes de esta calle estas obras representan una clara molestia, pues los ruidos y suciedad también han venido acompañados de una pérdida de clientes y además, una bajada en las ventas.
El Faro se ha trasladado a García Margallo para preguntar a los comerciantes cómo están llevando esta situación y si consideran que los trabajos se están desarrollando a buen ritmo.
Testimonios
Los trabajadores que hablaron con este medio coincidieron en destacar que las obras se estaban desarrollando de forma muy rápida, además de destacar que la suciedad no había implicado ningún problema para sus negocios. Sin embargo, la coincidencia también se dio en manifestar las pérdidas de clientes que los trabajos les han ocasionado.
Mohamed, trabajador de La Casa del Zapato, lamenta que los clientes han dejado de venir.
"Aquí en Melilla si no puedes aparcar delante de la tienda no vienes".
En cuanto a la suciedad, Mohamed dijo que no estaba afectando tanto, pues de vez en cuando, los trabajadores de la obra riegan para que no se meta el polvo en la tienda.
Asimismo, Mohamed quiso destacar la rapidez con la que dijo se estaban desarrollando los trabajos. "Llevan dos meses y esto esta casi terminado", afirmó.
También hizo una comparación con las obras que se están realizando en la calle García Cabrelles, diciendo que tras más de un año de trabajos, aún van por la primera fase. "En ese sentido no nos podemos quejar", dijo.
Un vecino de la zona, Karim, es categórico, "han matado al barrio, después de que el cierre de la frontera haya matado a Melilla. Solo hay que recordar como era esta calle hace unos años, la vida que tenia, es una pena", lamentó.
Por su parte, Nawal del establecimiento de ropa La Lencería, afirmó que las obras estaban yendo muy rápido. También dijo que la suciedad no estaba afectando demasiado, mientras que en cuanto a la clientela, esta había bajado un poco, aunque la trabajadora aseguró que no demasiado.
En el autoservicio kosher, el gerente Jaime lamentó que las obras habían supuesto un duro golpe para su negocio, denunciando haber perdido más del 50 % de las ventas previas al inicio de los trabajos en la calle. En lo relativo a la suciedad, Jaime dijo que al principio sí que supuso un problema, no obstante, el riego de las calles para evitar el polvo ayudaban, según manifestó.
Sin embargo, el gerente de este establecimiento de alimentación destacó la rapidez con la que se estaban desarrollando las obras, especialmente en comparación con García Cabrelles.
"Nos dijeron 4 meses y antes de ese tiempo posiblemente ya esté todo hecho".
Por otro lado, en el comercio Atlas, los empleados recalcaron que, pese a la rapidez de las obras, debido a estas habían visto insectos y ratas por la calle, añadiendo la consiguiente suciedad que los trabajos habían dejado.
Mohamed, dueño del establecimiento de perfumes BK Fragancias, afirmó que las obras eran importantes puesto que daban un cambio de imagen a la calle, aunque estas se habían dado "en el peor momento", con el comienzo de la campaña de Navidad.
En las ventas, Mohamed dijo que la bajada se había notado mucho, relacionando esta reducción con la falta de aparcamiento debido a las obras. En cuanto a su caso particular, BK Fragancias ha tenido un bajón de 50 %.
En cuanto a suciedad, el dueño de este negocio no opinó que no ha representado un problema, especialmente en comparación con la obra de García Cabrelles. Sin embargo, para Mohamed, lo peor no ha significado la suciedad o el ruido, sino la ausencia de gente que acuda a esta calle, salvo necesidad imperiosa.
Asimismo, Mohamed quiso destacar la rapidez con la que se había desarrollado los trabajos, volviendo a realizar una comparación con los de García Cabrelles. Este melillense insistió en que el problema había sido el momento de comenzar las obras.
"Podría haberse hecho antes o después de las Navidades o incluso planificarlas para que terminaran antes del comienzo de la campaña, porque para mi negocio en concreto esta época acude mucha gente para regalar este tipo de artículos".
Rapidez
Fuentes de las obras confirmaron a este medio que comprendían las quejas de los comerciantes.
"Un vecino puede quejarse del estado de su calle, pero si a un comerciante se le bloquea su negocio está perdiendo dinero".
Además, sostuvieron que las obras en calles y zonas comerciales se deben hacer más rápido, para que, a pesar de que el comerciante pueda perder 1 o 2 meses, luego pueda remontar.
"Lo que no puede ser es la situación de otras obras, donde los comerciantes llevan un año y no ven la luz del final", denunció haciendo referencia a las obras de García Cabrelles.
Estas mismas fuentes reconocieron que las obras iban muy rápido para dar tranquilidad a los comerciantes y empresarios de la zona.
Arbolado
Otra preocupación que han manifestado tanto los vecinos como los comerciantes de García Margallo ha sido la falta de arbolado que está dejando las obras en esta vía.
De acuerdo con residentes de esta calle del barrio del Rastro, los operarios les confirmaron que no está previsto la plantación de árboles.
A la denuncia de los vecinos se unió la asociación Guelaya - Ecologistas en Acción, que mostró todo su apoyo a los residentes y comerciantes y destacó que dicho apoyo continuará en caso de que lleven a cabo futuras movilizaciones.
Obras
Las obras de García Margallo comenzaron el pasado 15 de septiembre. La Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza llevó a cabo para este proyecto un estudio detallado para, según dijeron, producir las mínimas molestias tanto a vecinos como a los ciudadanos que transitan por esta calle.
Estos trabajos se han planificado para acometerlos en cinco fases, con una duración máxima de cuatro meses para cada una. La Administración trató de retrasar estas obras. No obstante, el ex consejero, Manuel Ángel Quevedo manifestó la imposibilidad del aplazamiento, debido a que los Fondos Europeos obligaban a invertir los 3,2 millones de euros que se destinaron a estos trabajos. Quevedo afirmó que de no haberse comenzado los trabajos, habría que haber devuelto esta suma, con la consiguiente indemnización al contratista.
La primera fase aún está en desarrollo y se ubica en la entrada de la calle, donde se situaba el mercadillo cada martes y jueves. Para las siguientes fases, se irán avanzando los trabajos a lo largo de esta vía.
Posteriormente, en las fases siguientes se plantea desdoblar la calle Gran Capitán para que sea en doble sentido y así el tráfico llegue a toda la zona de Martínez Campos, calle Toledo, Comandante Haya. De esta manera, el ex consejero de Medio Ambiente dijo esperar que esta situación afectase al menor número de comercios y vecinos posible.
Mercadillo
Otro de los sectores afectados por las obras de General García Margallo han sido los más de 60 comerciantes ambulantes que estaban instalados en dicha calle, una ubicación que fue adjudicada por la antigua Consejería de Medio Ambiente para hacer frente a las necesidades demandadas por la cooperativa del mercadillo y los propios comerciantes.
Ante la puesta en marcha de los trabajos en esta calle, el mercadillo pasó a tener dos nuevas ubicaciones en la ciudad, la calle García Cabrelles y la explanada junto al estadio Álvarez Claro.
Aunque la idea inicial era que el mercadillo de García Margallo se trasladase exclusivamente a García Cabrelles, la premura de la Ciudad para no perder los fondos y llevar a cabo las obras, obligó a que los vendedores no pudieran instalar sus puestos en su ubicación habitual hasta que la Ciudad y los comerciantes no llegaron a un acuerdo.
Los lunes y miércoles se establece en la explanada, mientras que martes y jueves los puestos se reparten ambos días. Además, también hay puestos en sábado.
En un inicio se quería trasladar el mercadillo a la zona del SEPE, pero está, según denunciaban los vendedores ambulantes, no les deja ningún tipo de beneficio.