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Dueños de tiendas de la frontera exigen la reapertura de los pasos para vender la mercancía acumulada
Los pasos fronterizos de Beni Enzar, Farhana y Barrio Chino amanecieron ayer desiertos por el cierre que impidió a porteadoras y contrabandistas transportar mercancía de un lado al otro. Uno de los comerciantes que regenta un almacén en las proximidades de Beni Enzar criticó a este diario que “el cierre de frontera es una ruina total” porque no vendía “nada” desde “las dos últimas semanas”.
Este comerciante lamentó que el puerto estuviera abarrotado de contenedores con mercancía que no se iba a vender, a pesar de haber pagado el aforo, la aduana y todos los impuestos y derechos correspondientes. “Pido al Gobierno que ponga solución a lo que está pasando. No entiendo por qué no dicen nada ni abren la frontera”, aseguró.
Ahmed, un contrabandista que transporta la mercancía desde Melilla hasta Marruecos por Farhana, se mostró mucho más crítico con la situación comercial. Este joven melillense reiteró la pérdida de tiempo y de dinero que implica para él esperar todo el día en el coche sin poder cruzar nada. “Trabajo ocho horas diarias transportando toda clase de mercancías para cobrar 20 euros en el mejor de los casos. Llevo varios días sin poder pasar, así no hay quien viva”, criticó.
El cierre
Ahmed es uno de los muchos hombres que hicieron cola en sus coches en Farhana para tratar de pasar la mercancía sin éxito. La fila de vehículos llegaba hasta el paso fronterizo de Mariguari. Este transportista comentó que las fronteras llevaban cerradas desde buena mañana y que la única explicación que la Guardia Civil les había dado era que los jefes estaban reunidos y los pasos no se abrirían de nuevo hasta nuevo aviso.
Este joven recordó la precariedad en la que vive junto a otros ciudadanos que se ven “forzados a vivir del comercio atípico” porque no les llaman para “trabajar en las listas del INEM”.
Este melillense se paró a hacer cuentas y concluyó que, descontando gastos de gasolina y aparcamiento, “en el mejor de los casos se puede llegar a cobrar 60 ó 70 euros a la semana transportando la mercancía de un lado al otro y con dos viajes”. Así, Ahmed aseguró que normalmente cada mes cobra “210 euros” con esta actividad. “Esto no es nada”, afirmó, y sentenció: “¿Cómo vamos a hacer frente al pago del piso, del coche, a mantener a los niños con este sueldo? Sólo queremos que nos dejen trabajar”.
Peticiones
Este transportista, apoyado por sus compañeros, aprovechó el encuentro para recordar que son “españoles” y que todo lo que transportan es legal porque se han pagado los tributos correspondientes, aunque reconoció que la forma de pasar la mercancía a Marruecos “es ilegal, pero ese es problema del país vecino” y sentenció que “en España las cosas están en orden”.
Una vez aclaró esta situación, Ahmed pidió a las autoridades de la Ciudad que les ayudara y apoyara, ya que lo único que quieren él y sus compañeros es seguir con su día a día con total normalidad, sin delinquir “como hacen otros por ahí”, explicó. “Queremos una solución ya”, aseveró.