A quince días de que arranque la campaña electoral, los contendientes velan armas preparando la campaña.
Ya han sido presentados todos los candidatos de los seis partidos que entrarán en liza el próximo 1 de noviembre y que, nueve días después, conocerán el veredicto de los ciudadanos.
Por tercera vez en poco tiempo, los melillenses se enfrentan a unas elecciones, en este caso de carácter general, y en esta ocasión el tema del separatismo catalán está más candente que nunca.
Otros temas como la economía o el empleo han quedado en segundo plano, siendo el proceso separatista el centro de atención mediático y también de la mayoría de los partidos, que ven en él una oportunidad de recabar votos sin tener que esforzarse en ofrecer a la ciudadanía otro tipo de propuestas.
En Melilla, el PP repite los mismos candidatos que le dieron la victoria en la última ocasión que acudimos a votar y esperan que esta confianza se mantenga. Habrá que ver como afecta el haber perdido el Ejecutivo local a la hora de que los electores decidan si vuelven a apoyar a los populares de forma mayoritaria o no.
Por su parte, el PSOE acude a esta cita ostentando el Gobierno de la nación y aspiran a mejorar los resultados obtenidos en la anterior ocasión. Veremos si no pagan el hartazgo de la ciudadanía, cansada ya de elecciones y de que la gestión del país se encuentre en suspenso.
El tercer partido con opciones de disputar los escaños de diputado y senadores será CpM, que vuelve a presentarse a unas elecciones generales pos segunda vez en su historia. También mantiene la misma terna de candidatos que se presentaron el 28 de abril, con el líder del partido, Mustafa Aberchán, a la cabeza. Averiguaremos si a los melillenses les atrae que un diputado en solitario puede llevar la voz de Melilla al Congreso o, si por el contrario, prefieren que los representantes de la ciudad en Madrid cuenten con el respaldo de un partido nacional que verdaderamente pueda influir e impulsar medidas reales que afecten a Melilla.
Mientras, Ciudadanos, que ahora mismo ostenta la presidencia de la CAM a través de Eduardo de Castro, acude a las urnas con al incertidumbre de si la gestión de la Ciudad servirá de acicate para que los votantes den un mayor respaldo del que recibieron en la anterior ocasión o si se mantendrá la tendencia y perderá votantes a favor de populares o socialistas, tal y como vaticinan las encuestas a nivel nacional
Vox vuelve a presentarse como la gran incógnita. En la última votación obtuvieron un buen resultado, pero quedaron lejos de las expectativas que manejaban. Esta será una buena oportunidad para saber cual es el calado real que tiene el partido y si los votantes que tuvo son suyos o se los había ‘prestado’ el PP.
Por último, Podemos no sacó buenos números el pasado 28A. La ventaja con la que cuentan es el posible voto de castigo al PSOE por no haber logrado llegar Pedro Sánchez a un acuerdo con Pablo Iglesias para conformar un Gobierno de izquierdas. La ausencia en Melilla del partido Más País, de Iñigo Errejón, servirá al menos para no menguar aún más las oportunidades de la formación morada.
Al margen de que se trata de unas elecciones generales, en Melilla también servirán como primera piedra de toque para el nuevo Gobierno local. Será una buena ocasión para medir la temperatura de la ciudadanía y, con todas las cautelas en ese tipo de análisis merecen, atisbar si la gestión del tripartido Cs-PSOE-CpM está convenciendo a los melillenses.
Ya no voto PP de Melilla, votare Vox, por lo visto me han comentado que se van a dar de baja cientos de afiliados del PP Melilla y se van a ir a Vox.
Y he escuchado que a una persona que es muy importante del PPMelilla le acaban de hacer una oferta por Vox Madrid para que ocupe un cargo importante, por lo visto tendría un efecto mediático por los cargos que ocupó, como se confirme más de uno le va a entrar nerviosismo en el PP de Melilla.