Gran triunfo el logrado en tierras ejidenses por parte de una UD Melilla a la que la cosa se le puso de cara al poco de arrancar el choque gracias a un buen remate de Nando que se colaba a la derecha de García a los 6 minutos de juego.
No obstante, los de Uribe fueron merecedores de una victoria que gestaron en un gran trabajo defensivo y en la zona medular que convirtió en prácticamente inoperante en ataque a un CD El Ejido que no sabía qué hacer con el balón y no encontraba la manera de dañar a su rival.
Por todo ello, la primera parte apenas dejó ocasiones reseñables salvo las surgidas de las internadas de Kiu, muy activo por la banda derecha, y una gran acción de Javilillo en las postrimerías de la primera parte buscando resolver la papeleta a título individual driblando a varios contrarios y sacándose un zurdazo cruzado que se marchó por muy poco.
Por lo demás, control total de los melillenses que jugaban a favor de corriente y que tampoco sentían la necesidad de pisar más el acelerador para intentar cerrar el choque.
Sin embargo, la segunda mitad comenzó con otro aire por parte de los de Alberto González, obligados a buscar la reacción tras acumular muchas semanas sin conseguir ganar.
Y el primer acercamiento llegaría en el 58’ de juego con un disparo desde la frontal del área por parte de su ariete, Samu Corral, que apenas había entrado en contacto con el balón hasta ese momento.
Pero la UD Melilla tenía muy claro cuál era su juego y su objetivo por lo que seguía mostrándose como un conjunto rocoso que apenas dejaba grietas en sus líneas.
Por este motivo, el técnico celeste decidió jugarse el todo por el todo y cambiar radicalmente el equipo retirando del campo a los dos laterales y uno de los centrales para darle entrada a tres hombres de ataque.
Y la verdad es que los suyos se vieron revitalizados y con fe en poder lograr la remontada aunque un remate de Jilmar a bocajarro tras una buena internada por la izquierda estuvo a punto de suponer la sentencia ya cerca del final. Pero García sí que consiguió desviar a córner esta vez.
Curiosamente, poco le faltó a los melillenses para que el no haber cerrado el partido les acabara pasando factura ya que, con el tiempo casi cumplido y jugando con diez por la expulsión de Sofián, los ejidenses trenzaron una buena jugada que acabó con un remate de cabeza en la frontal del área chica de Samu Corral que muy cerca estuvo de suponer el empate.
Sin embargo, la lógica se acabó imponiendo en la acción siguiente ya con el tiempo cumplido, en un contragolpe de los de Uribe que dio lugar a un tres para uno resuelto por David Cubillas a placer ante la impotencia de un arquero celeste totalmente desguarnecido.
Al final, los puntos acabaron siendo para una UD Melilla más práctica y efectiva que su rival a lo largo del encuentro.
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