Un experto en blanqueo declara que observó una falta de lógica comercial en las operaciones de la empresa Novolujo.
Los cuatro agentes de la Policía Nacional que declararon ayer en la Audiencia Provincial, durante la segunda sesión del juicio sobre el ‘caso Novolujo’, defendieron la investigación realizada entre 2001 y 2002 y que terminó archivada tras la detención de catorce personas acusadas de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.
En esencia, y sólo a preguntas de la Abogacía del Estado que les representa ya que se negaron a contestar a la acusación, los agentes vinieron a declarar que siguieron adelante con las investigaciones del ‘caso Novolujo’ porque tenían indicios de que se estaba produciendo un blanqueo de dinero.
Ausencia de lógica comercial
El primero en declarar en la mañana de ayer fue el policía nacional Juan Carlos Calleja, que en 2002 se dedicaba a labores de delincuencia económica y que entre septiembre y noviembre de ese año participó en la investigación y elaboración de parte de los informes del ‘caso Novolujo’.
Este experto en blanqueo de capitales desde el año 2003 aseguró en su declaración que cuando se incorporó a la investigación de Novolujo pusieron a su disposición todas las escuchas e informes y “en ningún caso los mandos le dijeron que tenía que implicar a alguien”.
Según dijo bajo juramento, él se dedicó en exclusiva a hacer “un análisis independiente de lo que vio en la documentación” que le facilitaron. De ese estudio concluyó que estaba ante “empresas con una promoción y una actividad intensa, con más de 300 inmuebles levantados”, en las que detectó “irregularidades en la obtención y el destino de la financiación y una ausencia de lógica comercial. Era un subsidio económico”, subrayó.
En su opinión, las empresas investigadas en el ‘caso Novolujo’ levantaban edificios sin que se supiera de dónde salían los fondos. “Obtenían financiación muy costosa (para la construcción de viviendas) y tenían un porcentaje de venta muy bajo. Incluso hubo promesas de venta simuladas”, añadió.
Halifa no era capaz
“Para aquella ausencia de lógica sólo pude encontrar una explicación. Existía una organización paralela y me encontraba ante un aparatoso y complejo diseño económico. Me pareció improbable que una persona sin cualificación y vinculada al narcotráfico produjera tanto dinero en efectivo”.
“Como Halifa parecía que no era capaz de llevar a cabo ese diseño de empresas, vimos vínculos comerciales con el señor Suárez (el ex consejero Francisco Suárez) y estimamos que había la posibilidad de que estuviera detrás de todo eso”.
Por ejemplo, con los préstamos de dinero concedidos por Unicaja Calleja asegura que detectó que en un terreno de 90 millones con un presupuesto de construcción que era 290 se consiguieron 430 millones de financiación. “Eso no tiene ni pies ni cabeza”.
“Pudimos observar también que para conceder esos préstamos, el director del banco tenía que incluir en los informes que Novolujo tenía estrecha relación con Suárez, que daba el aval suficiente de que podría devolver el dinero”, apuntó el experto en blanqueo.
Otra de las irregularidades principales que Calleja asegura haber observado durante su investigación es que la cuenta de Novolujo, donde se ingresaban los préstamos, presentaba saldos muy bajos. “Según se iban ingresando los préstamos, se vaciaba la cuenta”.
Además, la necesidad de justificar la venta de casas hacía que los pisos se vendieran por debajo de su valor. “Una casa de 150 se vendía por 100 y en la cuenta donde debían verse los ingresos éstos no se veían. Casi nunca funcionaban con una lógica comercial”, recalcó en su declaración.
En esta misma línea, la subinspectora Susana Prieto señaló a preguntas del abogado del Estado que “con el análisis de las cuentas bancarias más sencillas (de la supuesta trama de Novolujo) se veía cómo entraba el dinero y cómo salía”. No obstante ella asegura que no dijo que hubiera indicio de blanqueo porque no le correspondía a ella decidir eso”.
Por su parte, Victoriano Panizo se limitó a decir que su trabajo en la investigación era de mero administrativo, mientras que Eusebio Heredero dio una disertación sobre la metodología de investigación que se sigue en estos casos.
Gómez Vázquez: “Me consta que Belver tuvo que ver en que me intervinieran el teléfono”
Miguel Gómez Vázquez, policía nacional de la frontera de Melilla y uno de los principales testigos del juicio de Novolujo, aseguró ayer por la mañana, durante su declaración bajo juramento, que le consta “que Juan Bervel (ex jefe de la investigación policial del ‘caso Novolujo’) tuvo que ver con el pinchazo de su teléfono durante la ‘Operación Ave’.
“Él (Juan Belver) ha hablado conmigo y me ha dicho que fue cosa de Madrid, pero a mí me consta que tuvo algo que ver porque trasladó sus informes a Madrid y allí hicieron las gestiones. Y eso casi me busca la ruina con mi familia”, apuntó.
Éste último es el motivo por el que reclama daños y perjuicios a Juan Belver y le acusa de presunta violación de la intimidad.
A preguntas de su abogado, Felipe Castillo, Gómez Vázquez explicó ayer ante el juez que su relación con Halifa (presunto cabecilla de la supuesta trama de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico) era estrictamente profesional.
Por la época en la que se estaba investigando el ‘caso Novolujo’, Gómez Vázquez tenía una empresa dedicada al movimiento de tierra y asegura que nunca trató directamente con Halifa, pero sí con el encargado de su inmobiliaria.
El letrado Felipe Castillo le preguntó a Gómez García si era cierto que en una escucha telefónica a Halifa, éste sugiere a alguien que hable con él (porque trabaja en la frontera) para que deje entrar en Melilla a unas chicas que no eran de Nador y necesitaban hacer trámites.
Gómez Vázquez negó ayer en su declaración que hiciera ese favor a Halifa, pero aclaró que si lo hubiera hecho no habría incurrido en un delito porque se trata de una gestión legal que puede hacer cualquier persona ya que en la frontera existe un protocolo de actuación en estos casos. “No es necesario ser policía para hacer este trámite”, dijo.
A partir de ahí le intervinieron el teléfono a Gómez Vázquez y éste se enteró de que se lo tenían pinchado cuando le llamó el abogado José Luis Alabarce (que representa en el juicio de Novolujo al ex consejero de Economía Francisco Suárez) y le dijo que su nombre y sus conversaciones íntimas aparecían en la investigación de la presunta trama de blanqueo de dinero procedente del tráfico de drogas.
Gómez García también ha sido objeto de difamación al propagarse por Melilla un rumor de que había sido detenido por tráfico de estupefacientes. Puso una denuncia interna en Comisaría y como publicó este periódico, ésta se extravió.