Los 8 guardias civiles imputados en la valla recogen su segunda medalla en una semana

Recibieron la Orden del Mérito Civil.  El comandante Utrilla, uno de los condecorados, resaltó los complicados momentos vividos en la alambrada.

 Dos reconocimientos en menos de una semana. Los ocho guardias civiles que fueron imputados por su actuación en la valla del pasado 15 de octubre de 2016 recibieron ayer la Orden del Mérito Civil concedida por el Ministerio de Exteriores. Es la segunda condecoración que reciben los agentes (Jorge Utrilla, Arturo Fernández, Aisa Abdeselam, Cristóbal Aragón, Richard Domínguez, Andrés A. López, Enrique J. Marín y Alejandro Ramos)en apenas cinco días. Los homenajes llegan tras el archivo de la causa por la que tuvieron que sentarse en el banquillo. Ayer, en la Delegación del Gobierno, amigos, familiares, compañeros y autoridades arroparon a los agentes en la celebración de un acto en el que para muchos de los presentes se hizo justicia con estos guardias civiles.
Si la semana pasada los agentes recibían la medalla de manos del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que recalcó el gran trabajo realizado por la Benemérita en el control de la inmigración irregular, ayer fueron el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, el comandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu y el comandante Arturo Ortega, los encargados de entregar las distinciones. Tanto el delegado como el presidente resaltaron lo merecido del reconocimiento y fue el comandante Jorge Utrilla, uno de los condecorados, el encargado de poner voz a las sensaciones de sus compañeros.
“Nadie conoce el drama que supone la inmigración irregular mejor que nosotros”, aseguró el comandante que recalcó que los agentes de la Guardia Civil observan de cerca a diario cuál es la situación de los inmigrantes que tratan de entrar en nuestra ciudad e hizo referencia al “aprovechamiento de las mafias” de la desesperación de estas personas por buscar una vida digna. “Hemos vivido situaciones que nunca podremos olvidar”, apostilló el guardia civil condecorado.
El comandante Utrilla aseguró que las condecoraciones recibidas ayer más que un título individual son un homenaje público a todos los miembros de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla y a la Agrupación de Reserva y Seguridad. “Un homenaje público que constituye el respaldo constante y sin fisuras que se ha sentido en todo momento del Gobierno central, de esta Delegación y de la Ciudad”, señaló.
El condecorado agradeció tanto a la Jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil como a la Delegación la propuesta de la concesión de la medalla y recalcó que ésta llegó “en unos momentos difíciles, ya no solo por la enorme presión migratoria existente, sino por todos los elementos externos que rodeaban nuestras intervenciones”. El comandante Utrilla insistió en que más allá de los homenajeados ayer, la situación fue complicada para todos los agentes que prestaban servicio en la valla.
El guardia civil consideró que se produjeron hechos y situaciones “difíciles de comprender” en muchos momentos, pero destacó que a pesar de ello “nunca nos hicieron bajar la cabeza ni dejar de cumplir con nuestras obligaciones de guardias civiles”. Concluyó su discurso en nombre de los ocho agentes reiterando su agradecimiento a las autoridades por la concesión de la medalla.
Hay que recordar que los ocho guardias civiles condecorados el pasado jueves y de nuevo ayer fueron imputados a raíz de una denuncia interpuesta por varias ONGs por el supuesto maltrato y posterior devolución a Marruecos de un inmigrante tras saltar la valla el pasado 15 de octubre de 2014. Las ONGs argumentaron su denuncia con un vídeo difundido por Prodein (Pro Derechos de la Infancia), unas imágenes que desde la Delegación del Gobierno consideraron manipuladas. Un año y medio después de los hechos, la causa quedó archivada a principios de abril.  Ahora, tanto el Ministerio del Interior como la Delegación del Gobierno han recalcado la legalidad de las actuaciones de los guardias civiles en la valla.

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