La presidenta de la Cámara de Comercio lamenta el rechazo del Congreso a subir la bonificación a la Seguridad Social.
Las reacciones al plan anticrisis anunciado por Rodríguez Zapatero esta semana no han cesado entre los diferentes sectores políticos y económicos de la ciudad. La presidenta de la Cámara de Comercio de Melilla, Margarita López Almendáriz, calificó el recorte del Gobierno central en materia social así como el rechazo de la Cámara Baja a la propuesta de la Ciudad de ampliar la bonificación a la Seguridad Social como “insensible”.
López Almendáriz explicó que la crisis está afectando gravemente a las pequeñas y medianas empresas melillenses, pues la recaudación de las cuotas patronales el año pasado fueron nueve millones de euros, frente a los 24 millones de años anteriores. Un descenso de 15 millones de euros que podría evitarse si el Congreso de los Diputados hubiera aprobado la propuesta melillense y ampliar la bonificación al 50 por ciento y hacerla extensible a todas las empresas de la ciudad.
Entendiendo que en épocas de crisis económica la política que se debe seguir es la del ahorro, la también presidenta de la Confederación de Empresarios melillenses (CEME) destacó dos desventajas a las que se enfrenta cualquier empresario: el pago del plus de residencia así como los altos costes de los portes que hacen encarecer sus productos frente al consumidor y resta competitividad al tejido empresarial local.
Por ello, López Almendáriz pidió más apoyo a los empresarios porque “es en momentos de crisis cuando se debe apoyar a las empresas”. Precisamente, explicó, el objetivo del Gobierno central en estos tiempos debe ser el mantenimiento del empleo y fomentar la creación de puestos de trabajo, por lo que, el rechazo a la propuesta de la Ciudad, el paquete de medidas anticrisis de Zapatero y las cortapisas que se ponen a las empresas para conseguir financiación “nos están empujando a los despidos”, dijo. A todo ello se sumará, en consecuencia, un drástico descenso del consumo que agravará la ya precaria situación de las empresas locales y, en definitiva, a la economía melillense.