La presidenta de la Cámara de Comercio asegura que las pymes aún no han notado los inicios de la recuperación y lo siguen pasando mal l La dificultade para acceder al crédito es uno de los grandes problemas del sector
Yo siempre lo repito. Entramos dos años más tarde en la crisis y también saldremos después, aunque no sé si serán dos años después o más”. Así lo afirmó ayer en declaraciones a El Faro la presidenta de la Cámara de Comercio de Melilla, Margarita López Almendáriz, que aseguró que la mejora económica sigue sin llegar a las pequeñas y medianas empresas (pymes). López Almendáriz recalcó que los empresarios locales lo siguen pasando mal, a pesar de lo que digan los indicadores macroeconómicos y señaló que aún queda un camino largo por recorrer antes de conseguir la ansiada recuperación.
En 2007, cuando en el resto de España empezaban a notarse los primeros efectos de la ‘explosión’ de la burbuja inmobiliaria, en Melilla daba la sensación de que la crisis era cosa de otros. Sin embargo, después de un par de años ‘al margen’, los efectos de la mala coyuntura económica comenzaron a dejarse sentir. El desempleo comenzó a crecer, los empresarios empezaron a ganar menos y los malos momentos que hasta entonces se habían visto en otros, se convirtieron también en un problema de los melillenses. Ahora, cuando en muchos puntos de nuestro país parece que se empieza a remontar, los empresarios locales no terminan de sentir esa mejora.
La presidenta de la Cámara de Comercio aseguró ayer que los que ha conseguido mantenerse lo han hecho gracias a un enorme sacrificio. “Por encima de todo queremos seguir adelante y mantener a nuestros trabajadores”, aseguró. Sin embargo, la falta de acceso al crédito hace que la tarea resulte muy complicada. El dinero, aseguró López Almendáriz, ‘se vende’ demasiado caro a las pymes, con las dificultades que están atravesando, no pueden acceder a él. Los empresarios se ven obligados a hacer encaje de bolillos para lograr obtener beneficios suficientes para no bajar la persiana y seguir contando con sus empleados.
Más autónomos
A pesar de este panorama tan poco alentador, el número de autónomos no deja de aumentar en nuestra ciudad. Muchos desempleados, cansados por la imposibilidad de encontrar un empleo, optan por montar su propia empresa. López Almendáriz dijo que aplaude este espíritu emprendedor y recalcó que lo peor que puede hacer un joven es “quedarse parado”. Sin embargo, la empresaria advirtió de que poner en marcha un negocio y mantenerlo no es una tarea fácil, ni antes ni ahora.
La presidenta de la Cámara de Comercio aseguró que muchos de estos empresarios incipientes apenas aguantan un año en el mercado precisamente porque no son conscientes del sacrificio que requiere tener una empresa. “Cuando creas una empresa no puedes tener una jornada de ocho horas, tienes que trabajar tanto cómo la empresa necesite. Tampoco puedes gastar todo el dinero que entra en la caja. Hay que ser conscientes de que los primeros años son muy complicados, aunque después la recompensa pueda ser grande. Si no eres consciente de esto, es difícil que el negocio salga adelante”, señaló.
Analizar el mercado
Otro de los puntos importantes a la hora de que un negocio funcione es analizar el mercado. López Almendáriz reconoció que es un momento complicado, entre otras cosas, porque la capacidad adquisitiva de los ciudadanos y por tanto su capacidad de consumo se ha reducido. Sin embargo, resaltó que una vez que el emprendedor decide que quiere montar una empresa es necesario que vea cuáles son las necesidades reales que hay en la ciudad y qué va a ofrecer él que no ofrezcan otros.
A pesar de las dificultades, López Almendáriz, dijo que los apoyos con los que cuenta en estos momentos una persona que quiera montar su negocio son muchos más que hace unas décadas. Poco tiene que ver la Melilla actual, con la que ella se encontró hace 32 años. La tenacidad y la constancia, en cualquier caso, eran claves entonces y lo siguen siendo ahora.
En este punto, la empresaria indicó que es necesario no acomodarse. Indica que un empresario tiene que ser consciente de que tiene que adaptarse a las circunstancias. “Si hay que abrir un sábado por la tarde porque es un servicio que la gente demanda, se hace”, dice. López Almendáriz reconoció que en nuestra ciudad a veces resulta complicado cambiar esa tendencia de comodidad, pero insiste en que es la única forma de lograr que un negocio funcione a pesar de las adversidades.
En estos años de crisis, han sido muchos los que no han podido aguantar el tirón. La presidenta de la Cámara de Comercio apuntó que el porcentaje de cierres en Melilla no ha sido más alto que en otras ciudades, pero admitió que ha habido empresarios que no han tenido más alternativa que cerrar.
En cualquier caso, López Almendáriz aseguró que a pesar de todas las dificultades ser empresario es una opción que a la larga da grandes satisfacciones. “La mentalidad de un empresario es distinta a la de un trabajador, para éste su negocio siempre tiene que ser lo primero, es la única forma de seguir adelant
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