López-Almendariz aboga por el diálogo para consensuar qué modelo de ciudad se busca

• Señala que es difícil saber si la limitación de porteadores traería ventajas o inconvenientes

Las decisiones sobre el futuro del comercio atípico tienen que tomarse de manera consensuada. Margarita López Almendariz, presidenta de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), lo tiene claro: es necesario abrir una mesa de diálogo en la que estén representados responsables políticos, empresarios y agentes sociales implicados para ver qué medidas hacen falta. López-Almendariz aseguró en declaraciones a El Faro que hay que pensar sobre qué tipo de ciudad quieren que sea Melilla para comenzar a caminar en una dirección clara a partir de ahí.

La responsable de la CEME indicó que es difícil posicionarse sobre si la idea de limitar el número de porteadores que pasan por la frontera y las horas que los puestos están dedicados al comercio atípico sería buena o mala para nuestra ciudad. Sin duda tendría efectos, pero recalcó que es necesario analizar de forma sosegada cómo se aplicaría esta medida, en qué sentido podría beneficiar y en cuál no.

Lo que parece que sí está claro, a juicio de la máxima responsable de la Confederación de Empresarios, es que se trata de un asunto que hay que estudiar, porque el crecimiento que ha experimentado el comercio atípico en los últimos años ha sido muy importante y es necesario ver qué efectos puede tener en Melilla si continúa en esta línea.

También apuntó que hay que trabajar para evitar que puedan producirse situaciones peligrosas o incluso tragedias como la sucedida en Ceuta hace unas semanas, cuando una mujer que se dedicaba al paso de mercancías falleció en una avalancha en la frontera.

La presidenta de la Confederación de Empresarios indicó, asimismo, que también hay que tener en cuenta cómo puede estar viéndose esta situación desde Europa. Se preguntó si algunas de las imágenes que se ven a diario en Barrio Chino o en otros de los puestos fronterizos de nuestra ciudad no podrían hacer replantearse a las autoridadesd e la UE las ayudas económicas que recibe Melilla.

López-Almendariz dijo, además, que también hay que tener en cuenta que los pasos fronterizos son además puerta de entrada y salida de otras personas, no sólo de aquellas que se dedican al comercio atípico. Indicó que también sería positivo que el tránsito fuera más ágil para que turistas y posibles compradores que vinieran desde Marruecos vieran más atractiva nuestra ciudad. Señaló que es muy complicado lograr esto si estas personas tienen que enfrentarse a largas esperas, igual que ocurre con los melillenses que deciden pasar al otro lado de la frontera.

Hay que recordar que el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha dicho en numerosas ocasiones que es necesario reordenar los flujos de entrada en los pasos fronterizos. El Barkani insiste en que de poco sirven las mejoras en recursos humanos y materiales si no hay orden y recalca que los puestos fronterizos no pueden ser pensados solamente para las personas que se dedican al comercio atípico, sino también para otros ciudadanos que cruzan la frontera para realizar otro tipo de gestiones.

Tanto desde la Delegación como desde el Gobierno local han insistido en los últimos meses en que es imprescindible redimensionar el comercio atípico y tomar medidas para mejorar la situación y dignificar el trabajo de los porteadores que diariamente pasan bultos entre los dos lados de la frontera. Incluso el director de la Policía, Germán López, que visitó nuestra ciudad la semana pasada, hizo referencia a la situación de estas personas dedicadas a llevar mercancías a Marruecos.

Por su parte, la patronal considera que el debate en torno a esta cuestión debe hacerse en un escenario sosegado y de consenso, porque tendrá consecuencias directas no sólo en la Melilla en la que vivimos ahora, sino en la evolución de nuestra ciudad de cara al futuro.