La Avenida Juan Carlos I Rey es la calle principal de Melilla y si uno pasea desde la plaza de España puede llegar a contar al menos 13 locales que han echado la persiana o que tienen en su escaparate cerrado el cartel de ‘Se alquila’. El Faro ha salido a la calle a preguntar a los melillenses a qué creen que se debe y estos señalan, entre diversos motivos, el alto precio de los alquileres.
"Yo creo que es porque les piden demasiado alquiler", comenta Carmen. Ella explica que recientemente se enteró de que se estaban pidiendo 30.000 euros para el alquiler de un local que se encuentra en las calles peatonales del centro. "¡Quién va a pagar eso!"
Carmen menciona otro local donde se encontraba una franquicia de telecomunicaciones y venta de móviles por la misma zona para el que se pedían 5.000 euros.
"Lo tuvieron que dejar, porque ¿cuántos móviles tienen que vender para pagar 5.000 euros de alquiler? Luego que si hay que pagar a los empleados, la electricidad y todos los gastos que conlleva. Es normal que la gente tenga que cerrar los comercios", dice esta melillense.
Como ella, son muchos los que consideran que si los propietarios establecieran un alquiler más asequible los empresarios se plantearían mantener su negocio en el centro.
Carmen no cree que esta situación venga a causa de la pandemia o del cierre de la frontera, sino que es una situación que viene dándose desde hace ya mucho tiempo.
"Se veía que esto estaba quedándose muerto por las subida los alquileres, y luego, lo de la pandemia también ha influido mucho", señala.
Además, de los alquileres hay melillenses que creen que hay otros motivos como las obras o la falta de aparcamientos.
Mónica dice que "con tantas zonas peatonales" hay menos gente que acude a hacer sus compras al centro de Melilla.
O también apuntan a la falta de clientes, tanto de la propia ciudad, como de Marruecos o la península. De hecho, Enrique señala la falta de implicación que tienen las autoridades locales con el tema del transporte.
"Tienes que estar dependiendo de un barco y un avión, que te cuestan un ojo de la cara. Entonces se hace imposible; y la gente de Melilla va a comprar donde tiene que ir a comprar, al sitio más barato", asevera.
Otro melillense, que también se llama Enrique, señala el centro comercial como una de las causas del cierre de locales en la Avenida Juan Carlos I porque "ha absorbido muchos clientes del centro porque ahí también lo tienen todo".
Al menos hay 13 locales comerciales vacíos en lo que es la calle más importante del centro de la ciudad, la Avenida Juan Carlos I Rey. Esa es la imagen que ven los melillenses desde hace mucho tiempo y de forma paulatina han ido observando cómo se iban cerrando muchos locales comerciales de la ciudad.
Desde las agencias inmobiliarias señalan que es complicado establecer un precio medio de los alquileres ya que depende de la situación del inmueble, su espacio y las condiciones, e incluso también del valor que establezcan los propietarios.
Hay locales pequeñitos en esta zona cuyo alquiler puede ser desde los 600 euros, pero también hay otros que llegan a costar los 8.000. Por ello, para las agencias inmobiliarias los altos precios también suponen un obstáculo para el alquiler de estos espacios.
Desde la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) recuerdan que en el ensanche modernista de la ciudad, desde la calle Ejército Español hasta el Parque Hernández, hay al menos 60 locales comerciales cerrados. Los motivos son variados, según explicó Enrique Alcoba, presidente de Acome, a El Faro.
Había franquicias de ropa que decidieron trasladar su tienda al centro comercial para no tener que pagar dos locales y una plantilla doble de empleados.
Otros han tenido que dejar el negocio porque no les salió rentable por la frontera o la covid, por lo que no les compensaba; y otros locales, como se ha apuntado ya, que se han quedado vacíos debido a los precios. "No es solamente por una causa sino por varias causa", señaló.
Alcoba recordó que otra de las causas fue la Ley Boyer, de 2014, con la que todos los contratos que había desde 1994 hasta el 2014 desaparecían y se hacía el contrato nuevo. Esto hizo que se quedaran muchos por el camino.
Reconoció que es cierto que en las calles principales los alquileres suelen ser más caros, que en barriadas de fuera como el Industrial, algo que pasa en todas las ciudades también. Aunque hayan bajado un poco los precios de los alquileres, no hay tanta demanda de clientes, y la situación de incertidumbre por el cierre de la frontera y por la pandemia de la covid-19, tampoco anima a nadie a ser un emprendedor.
"Abrir un negocio vale dinero y cuando un señor pide una licencia de apertura de un negocio en la Administración deberían ponerle hasta alfombras para facilitarles todos los trámites porque va a hacer una inversión importante y va a crear trabajo, pero nos encontramos que es tan largo el camino desde que se tiene que montar un negocio hasta terminar de materializarlo que muchos se aburren en el camino con tantos papeleo, solicitudes y licencias", lamentó.
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