Sin duda, la semana que nos deja ha sido muy intensa para los más de 200 caballeros y damas alféreces de la Academia Militar de Zaragoza que han estado conociendo de primera mano las instalaciones y unidades militares radicadas en la Ciudad Autónoma.
Desde el primer día, las maniobras han sido una constante en su formación práctica y ayer se llevó a cabo un ejercicio de demostración de capacidades de las unidades de la Comandancia General de Melilla. Con este fin se ejecutó un ejercicio interarmas, en los cuales tomaron parte todas las unidades de la Comandancia General de Melilla, COMGEMEL.
La demostración consistió en un tema táctico de ofensiva en zonas urbanas que se llevó a cabo en el polígono de combate del acuartelamiento Millán Astray, seguido de otro de fuego real en el Campo de Tito y Maniobras de Rostrogordo, dirigido por el Tercio ‘Gran Capitán’ 1º de La Legión y en el que se han integrado los siguientes medios y personal.
En la zona urbana, un subgrupo táctico del Grupo de Regulares de Melilla nº52, apoyado por un pelotón de Zapadores del Regimiento de Ingenieros nº8 fue el encargado de poner en práctica la maniobra que incluía la captura de un jefe enemigo.
En Rostrogordo, una compañía de la I Bandera de La Legión puso en marcha un ataque sobre dos posiciones enemigas. Para ello, contó con el apoyo de la sección de Zapadores que ha ejecutado una apertura de brechas en el obstáculo enemigo y ha señalado el paso de dicho obstáculo.
Por otra parte, una partida del Regimiento de Caballería Alcántara nº10 efectuó acciones ofensivas en la zona de seguridad con sus vehículos acorazados ‘Pizarro’ y carros de combate ‘Leopard’.
Durante este ejercicio, una unidad de defensa antiaérea II/32 se desplegó en las proximidades de la entrada a los campos de tiro, simulando la defensa antiaérea proporcionada a las unidades que intervinieron en el tema táctico.
Del mismo modo, una unidad de fuego del Grupo de Artillería de Campaña I/32 cubrió el despliegue de las unidades de maniobra, simulando actuaciones de apoyo de fuego.
En esta prueba, una unidad de transmisiones de la compañía de Transmisiones del Batallón del Cuartel General de la COMENGEL materializó el enlace entre todas las unidades intervinientes.
Los cadetes también pudieron observar cómo un equipo de recuperación de vehículos de la Unidad Logística nº24 reprodujo la recuperación de un vehículo ligero que había quedado inoperativo por el fuego enemigo durante el ejercicio.
Tras la finalización de este simulacro interarmas, los cadetes recibieron la visita del comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio quien les dedicó unas palabras: “Espero haberos ayudado a elegir el arma o cuerpo tras haber visto las capacidades dentro de esta pequeña secuencia que habéis visto hoy, de forma artificial claro. Pero de alguna manera podéis haber visto cómo funciona cada arma, cada cuerpo y ver el espíritu de cada una de ellas. Pero lo más importante, que yo remarcaría esta semana, es integrar el espíritu de equipo. Os lo dije el primer día. Independientemente de arma o cuerpo que cada uno elija, lo importante es el espíritu de equipo. El equipo siempre gana y eso es lo que me gustaría que os llevarais de aquí. Ahora viene la pregunta del millón, ¿quién vendría ahora mismo a Melilla? Bueno ya tenemos más manos que el lunes”.
El comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio les aconsejó que “la segunda estrella llega muy rápido, el tiempo pasa así. Vais a llegar a un regimiento con un batallón, a una compañía y delante tendréis a 25 ó 30 hombres y mujeres que van a ver en vosotros un espejo y eso nos obliga a ser su referente. Recordar esto porque vivimos en un mundo donde la tecnología lo inunda todo, incluso las guerras. Los vemos continuamente en los informativos. Pero lo más importante es lo que no se ve: la moral. La motivación, la voluntad de vencer, eso que no se ve es lo más importante y eso es lo que tenéis que cultivar en vuestra preparación en la Academia”. En este sentido, Sáez Rocandio añadió que “sois un referente para vuestro batallón. Ésa será sin duda vuestra mayor preocupación y si no lo sois habréis fallado. Eso exige trabajo las 24 horas del día. Aquí no hay tarde y mañana, ni noche, ni fin de semana, ni puente, ni vacaciones. Todas las semanas del año, todos los años de vuestra vida hay que vivirlo de forma apasionada y dedicación plena. Esto no es un trabajo. Es un modo de vida. Espero haberos ayudado y os deseo a todas mucha suerte en vuestro futuro”, finalizó el comandante general de Melilla en su despedida. Sin duda, un discurso repleto de los valores propios de la vida militar.
El Faro ha vivido toda esta semana con los cadetes toda la semana, así que preguntamos a la alférez Martínez qué destaca de su experiencia durante estos días en Melilla: “Hemos venido a una Plaza que tiene todas las Armas juntas y creo que eso no se encuentra en otra parte de España. La verdad es que ver cómo funcionan entre ellas, cómo se complementan y trabajan juntas ha sido una experiencia única”.
El comandante Porgueres, profesor en la Academia Militar de Zaragoza destacó que “lo que nos permite, en concreto, este ejercicio que muestra todas las capacidades de la Comandancia General de Melilla, es que vean las diferentes especialidades fundamentales en combate que, al fin y al cabo es nuestra finalidad. Ellos a final de curso tienen que elegir esa especialidad fundamental que le va a marcar toda la vida profesional. En dos años, las damas y caballeros alféreces serán los tenientes que van a salir destinados a nuestras unidades. Que vean todas esas en un ejercicio de combate interarmas es muy importante porque son conscientes de esa unión. También resaltó la historia de que tiene una Plaza como Melilla que es una de las patas fundamentales en la formación de los cadetes”, señaló.
Los cadetes de la Academia Militar de Zaragoza están de regreso, pero lo que está claro es que todos se han ido con una experiencia única bajo el brazo.