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“Lo maravilloso de esta profesión es que no me voy a jubilar nunca”

ana reyes
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cedida
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Antonio de la Torre destaca en esta frase una de las bondades de ser actor y junto con Maribel Verdú aseguran que no hay mejor actor que un niño, por su naturalidad.

¿Puede ser una mesa redonda entre actores que trabajan actualmente en el cine español divertida, amena, entretenida, interesante y sorprendente? Sí. Las cerca de 40 personas que ayer se animaron a conocer a las actrices Maribel Verdú y Natasha Yarovenco, al actor Antonio de la Torre y al director Borja Cobeaga disfrutaron de un entretenido diálogo entre ellos y con el público. Simpáticos y cercanos, abiertos a todas las preguntas y sinceros en todo momento, hablaron de la primera vez que sintieron que iban a poder vivir del cine, de los papeles más complicados que tuvieron que interpretar, e incluso, de la dieta que Antonio de la Torre tuvo que hacer para perder los 30 kilos que engordó para rodar uno de los personajes de la película ‘Gordos’.
A esta cita sólo faltó la actriz Najwa Nimri, quien no pudo asistir debido a que falleció un familiar muy cercano. Así, motivó un recuerdo especial de todos los presentes en esta mesa redonda y un cordial saludo en estos momentos difíciles para ella.

El comienzo

Como todas las mesas redondas del mundo, alguien es el encargado de moderar y repartir tiempos. Éste fue el caso de Luis Alegre, quien no sólo formuló las primeras preguntas sino que, junto con los actores y el director, consiguieron dinamizar y divertir a todos los presentes.
Las presentaciones arrancaron con las patatas fritas que Verdú no pudo evitar picotear y con la primera experiencia de Antonio de la Torre en el cine, pues en la primera película que hizo sólo dijo una frase, pero no se le vé, y en la segunda sólo se le vé, pero no se le oye. A este actor le hemos podido ver esta semana en ‘Balada triste de trompeta’.
En cuanto a las presentaciones de Natasha Yarovenco, se centraron en su magnífica interpretación en ‘Habitación en Roma’  que a lo largo de la tarde suscitó varios comentarios. De hecho, la actriz, que confesó su timidez,  aseguró que esta película fue rodada en un estudio y que en muchas escenas pasaron un mal rato, como aquella en la que Julio Médem les pide que improvisen algo y están durante unos 40 minutos haciendo mil y una historias hasta que escucharon “corten”.

Ganarse la vida con el cine

“¿Cuándo os disteis cuenta de que podríais ganaros la vida haciendo cine?”, preguntó Alegre.
El primero en contestar fue Cobeaga quien aseguró que su madre se había empeñado en que viera ‘Bienvenido Mister Marshall’, pero como no podía y no tenían vídeo para grabar, ella decidió coger un magnetófono y más tarde,  que él escuchara la película. Así, aseguró que una vez que oyó la cinta mil veces, finalmente pudo ver la película y, fue en ese momento, cuando supo qué quería hacer, pues no le decepcionó y encajó lo que vio con cómo se lo imaginaba.
Yarovenco indicó que ella siempre había sacado buenas notas y que al tener su licenciatura no se planteaba trabajar en el mundo del espectáculo. Sin embargo, vieron una fotografía de un trabajo que hizo como modelo e insistieron en que hiciera un casting. Esos fueron sus comienzos y más tarde apareció en alguna que otra serie, sin embargo, destacó que no se lo tomó en serio hasta que Julio Médem la llamó para ‘Habitación en Roma’.

Ir de compras y periodismo

Verdú comentó que ella fue consciente de que podía vivir del cine cuando participó en una serie para hacer de la hermana pequeña de Victoria Abril y al ganar un dinero fue a comprarse un magnífico pluma reversible a unos grandes almacenes.
En el caso de Antonio de la Torre fue totalmente distinto, ya que él trabajaba como periodista y fue a través de otro actor y amigo suyo, Alberto San Juan, que se apuntaron a una escuela. Así, comentó que en aquel momento pensaba que si a los seis meses ya había conseguido un papel, pues a los seis años iba a ser más grande que Antonio Banderas, provocando la risa conjunta del público.
Y es que ante todo, estos actores desnudaron parte de sus vivencias y ofrecieron siempre una visión positiva y cómica de esas experiencias.

Otros comentarios

Resumir más de una hora de bromas, complicidades y reflexiones de estas cuatro figuras se antoja una misión complicada por lo que destacaremos algunas de las mejores intervenciones.
De la Torre aseguró que “lo más maravilloso de esta profesión es que no me voy a jubilar nunca”. Añadiendo que otra de sus virtudes es que puedes contar una historia, al igual que ocurre con el periodismo, aunque en el primer caso lo haces en primera persona y en el segundo en tercera.
También reconoció que una de esas cosas que aprendió en la escuela de actores fue a no juzgar a los personajes que interpretaba y a no clasificarlos en buenos o malos.
Además, Verdú y él mantuvieron una interesante reflexión sobre la importancia de que España regule una asignatura de interpretación en las escuelas, puesto que es un ejercicio magnífico para fomentar la educación sentimental. Sumándose otros beneficios de desarrollar este tipo de ejercicios, tal y como apuntó, Yarovenco, que afirmó “sentirse libre” cuando interpreta, pues te aleja de los miedos y acabas superándolos.
Por otro lado, los actores se desmarcaron de todas esas complejidades en las que otros de sus compañeros de profesión se inmersan a la hora de interpretar un personaje. Así, comentaron que lo mejor era que todo fuera natural. Una norma que los niños siguen sin problemas y que cuando crecen olvidan.
En referencia a la imagen pública y a que muchos actores se creen grandes estrellas, Verdú aseguró que lo más importante era pisar siempre el suelo y además, rodearse de gente que sea honesta. Un punto apoyado por todos y que Antonio de la Torre matizó comentando que por desgracias para las actrices este mundo era más complicado que para los hombres. Un sector al que todavía no ha llegado la igualdad de hecho.

Futuros actores

Y hablando de pequeños, un grupo de alumnos del Enrique Soler fueron unos valientes y sometieron a los tres actores y a Cobeaga a un cuestionario extenso. Con risas y muy atentos atendieron sus preguntas .
La ganadora del premio a mejor actriz del certamen César Jiménez del pasado año le preguntó a Verdú qué consejo le daría para que también ella llegue a ser una buena actriz. Y la respuesta fue que debía conservar esa espontaneidad cuando fuera un adulto y ser natural y sincero con aquello que interpretaba.
¿Y alguna anécdota? Cobeaga respondió que rodando una escena de ‘El barco’ descargaron sobre uno de los actores unos 250 kilos de pescado y no sabían que iba a pasar, puesto que calculan la caída de un precipicio y otras escenas, pero no qué le ocurre a una persona a la que le caen pecados.

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