Un hombre de nacionalidad marroquí ha sido acusado de robar a otro 4.000 dirhams amenazándolo con un “objeto punzante”. El Ministerio Fiscal reclama para el presunto autor de esta conducta una pena de cuatro años de prisión por robo con violencia o intimidación.
Los hechos enjuiciados ocurrieron el pasado 23 de septiembre en la avenida de Europa, muy próxima a la frontera de Beni Enzar.
El inculpado, de iniciales R. E. V., negó a preguntas de la fiscal que se encontrase en Melilla el día de los hechos. “Estaba en la boda de mi hermano en Marruecos”, respondió. Admitió que sí conocía al denunciante, M. Z., de quien dijo que había trabajado para su padre “en los años 70”.
La acusación pública se interesó por si tenía mala relación con la supuesta víctima del robo. R. E. V. explicó que no con él, sino “con un amigo suyo”.
Cabeza afeitada
Su abogado defensor le requirió que precisase quién era esa persona, a lo que el acusado replicó que se trataba de alguien a quien había denunciado “por un terreno en Marruecos”. El letrado recordó que el denunciante había identificado a alguien “rubio” como autor del robo, cuando el acusado lleva la cabeza pelada al cero. “La llevo afeitada desde hace tres años”, aseguró R. E. V.
Tras su testimonio, fue interrogado el denunciante, quien aseguró a la fiscal que no tenía duda de que el inculpado fue quien le robó los 3.000 dirhams.
“Sentí un objeto punzante en el riñón, pero no lo vi”, manifestó a preguntas de la defensa. “Me quitó la bolsa y la cartera y se fue corriendo a la frontera. No sé si llegó a cruzarla”, añadió. El abogado defensor le preguntó al denunciante si su agresor llevaba la cabeza afeitada, a lo que respondió afirmativamente. “Entonces, ¿por qué dijo que era rubio?”, quiso saber el letrado. La supuesta víctima se limitó a afirmar que quien lo asaltó “era marroquí”.
Guardia Civil
También declaró en sala un agente de la Guardia Civil que, meses después del suceso (no precisó cuántos), se encontró en el “mercado de la fruta” a los dos implicados en el suceso.
Según este efectivo, el denunciante le aseguró que R. E. V. era quien le había robado en septiembre del año pasado. El agente destacó que tuvo “dudas” por la buena apariencia física del denunciado, pero que llevó a ambos al cuartel para aclarar el asunto. En este trámite, sostuvo que el acusado “colaboró en todo momento”.
La fiscal considera “coherente” el testimonio del perjudicado. La defesa, en cambio, pide la absolución porque “nadie vio el objeto punzante”. Aparte, resaltó que su cliente, pese a llevar la cabeza afeitada, “es moreno y no rubio”.
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