Cultura y Tradiciones

“Llamamos canciones de tormenta a las de desamor, de rabia”

Vinieron a Melilla en los comienzos del grupo, en el albor del siglo. Y ahora repiten en la ciudad con su séptimo disco: ‘Canciones de tormenta’. Guaraná, dúo formado por Juanra Arnáiz y David Naranjo, actúa esta noche, a las 22:00 horas, en la Plaza de Armas, en el marco del programa ‘Música a la luna’.

–¿Qué va a ofrecer Guaraná al público melillense?

–Vamos en formato acústico y haremos un repaso a nuestra carrera. Tocaremos canciones de los siete discos que tenemos. Repasaremos los clásicos de Guanará. Hace mucho tiempo que no vamos a Melilla y nos hace mucha ilusión. Vinimos hace unos 16 años. El público fue muy agradecido y la gente muy cercana.

–¿Qué ‘tormentas’ esconde este disco?

–Hay tormentas de todo tipo: psicológicas, anímicas y también climatológicas. El nombre del disco alude a ‘Noche de tormenta’ y a ‘Evasión número 80’. Aunque nosotros llamamos canciones de tormenta sobre todo a las de desamor, de rabia, de desesperación. Pero también es un disco para escuchar cuando se está tranquilo, para recogerte en ti mismo.

–¿Qué canción destacaría de este disco?

–Ahora estamos con el single de ‘Evasión número 80’, que es una canción muy en la onda de ‘Noche en vela’.

–¿Cómo definiría el estilo de Guaraná?

–Es complicado. Bebemos de un montón de fuentes, sobre todo del pop español de los ochenta. Tenemos influencias desde Radio Futura a Los Secretos. El estilo es pop rock, que es muy amplio y lo define todo. Tenemos canciones más lentas, más rockeras... Siempre decíamos que era un rock mediterráneo. Al ser de Alicante, nos ha influido mucho el sol, la playa y ese clima. Al final, las canciones lo reflejaban. Tampoco nos gustaba que nos encasillaran. A ningún músico le gusta.

–En el último disco, las canciones hablan de soledad, del olvido, de amores perdidos... ¿Os habéis desnudado?

–Siempre lo hacemos. Hacía tiempo que no editábamos un disco y ha sido más pensado. Está grabado en directo, aunque no asistió público a la grabación. Pero está hecho en una toma el 90% de las canciones. Hay un par de temas que se grabaron en acústico. Se grabaron tal y como nacieron. David y yo, guitarra acústica en mano, y frente a frente. Más desnudo que eso no hay nada. Siempre lo hemos hecho en todos los discos. Pero en este, quizás por la madurez, un poco más si cabe que en los anteriores.

–¿Cómo ha cambiado el grupo desde el año 2000?

–En lo musical hemos evolucionado. Las letras creo que son más maduras. Ahora sabemos lo que queremos y cómo conseguirlo. Antes le dábamos más vueltas a la hora de encontrar un sonido. Ahora vamos directamente al grano. Creo que es madurez, que te la dan los años, que para la música es fundamental.

–¿Qué le parecen los concursos televisivos que ‘crean’ artistas?

–Me parecen un negocio, un entretenimiento. No creo en la fórmula de crear artistas porque salgan en un concurso. Siempre he defendido, porque mi trayectoria me lo ha enseñado así, que hay que empezar desde abajo. Desde el garito más pequeño al escenario más grande. Y cuando sales al escenario, se notan las tablas que tienes. Después, hay muchos artistas de estos concursos que se caen. Lo veo como entretenimiento, no como una factoría de artistas.

–En uno de vuestros discos, participó Melendi. ¿Qué aportan estas colaboraciones?

–Cuando hemos hecho colaboraciones, lejos de ser algo hablado con la discográfica, al final siempre nos ha unido una amistad con el artista. En el caso de Melendi, compartíamos gente que trabajaba con él y habíamos coincidido alguna vez. Fue algo muy desenfadado. No era una estrategia de marketing de la discográfica.

–¿Cuáles son los planes de futuro de Guaraná?

–El disco está recién sacado. Empezamos la gira en Melilla. Los primeros conciertos serán en acústico. En nuestra mente, ya estamos pensando en el siguiente, en qué podemos ofrecer al público que no hayamos hecho antes. Realmente, nuestros planes de futuro son poder seguir componiendo canciones y que el público disfrute tanto como nosotros de los conciertos.

–¿Son los conciertos lo más gratificante?

–Yo soy muy de directo. David disfruta más en la etapa de producción y en estudio. Yo he sido más de escenario, que es donde se ve el resultado final. Para saber si una canción es buena o no, hay que enseñársela a la gente con una guitarra y lo más desnuda posible. Ver al público cómo canta esa canción es lo que más me gusta. Hay gente que dice que conoció a su pareja por una canción. Son historias que nos va dejando y que nos sirven para hacer otras canciones.

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