“Lo que estáis haciendo con vuestro presupuesto social es la cuadratura del círculo”. Así de contundente fue ayer el presidente del PP nacional, Pablo Casado, que aseveró que se comprometía a ayudar a Melilla y Ceuta en la cobertura de los servicios sociales cuando llegue al Gobierno central. Casado aseveró que Melilla es la cuarta ciudad con mayor densidad geográfica de Europa y “eso no es fácil de gestionar” a nivel de servicios de educación, sanidad o servicios sociales.
Asimismo, aseveró que Melilla y Ceuta también tienen un problema para gestionar el alto número de menores extranjeros no acompañados (menas) que hay en las dos ciudades.
“El Gobierno del PSOE dice que es una cuestión de las ciudades autónomas y no puede ser. Es una realidad vinculada a la inmigración y a las fronteras y, por lo tanto, el Estado debe tener una responsabilidad para ayudar a las dos ciudades que estáis desbordadas en la atención a estos niños”, remarcó.
Casado explicó que hay situaciones en las que los menores son utilizados para un posterior agrupamiento familiar. “Estamos en contra de esto porque se les usa con fines que no son admisibles en cualquier democracia consolidada”, añadió.
Por ello, insistió en que cuando el PP llegue al Gobierno central Melilla tendrá todo el apoyo para resolver los problemas y a los que “el Ejecutivo central de Pedro Sánchez no da respuesta”.
Además, el popular comentó que Melilla tiene una de las fronteras con mayor desigualdad del mundo, por detrás de las dos coreas. Aseveró que el tema de la seguridad es importante y dotar de medios a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es un compromiso. Añadió que la inmigración debe ser ordenada porque, si no, los que ganan son las mafias con más de 7.000 millones de euros el pasado año.
Casado defendió que su partido es el que más ha hecho por la inmigración regular en la historia democrática de España, frente a “las apelaciones irresponsables de papeles para todos”, que además de causar un efecto llamada de la inmigración ilegal, es aprovechado por las mafias, remarcó.
El presidente del PP argumentó que con su partido llegaron de forma regular 5 millones de inmigrantes a España en los años 90 sin que se dieran problemas de integración. Es más, puntualizó que en los años de la crisis pudieron volver a sus países.
Además, rechazó los “insultos de racismo” hacia el PP e insistió en que no se puede hacer “políticas demagógicas de papeles para todos”, porque “esto al final enriquece a las mafias de trata de seres humanos”, que “cada año explotan a dos millones de personas, entre ellas mujeres y niños, a veces agrediéndoles sexualmente”,
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