Sucesos y Seguridad

Le piden dos años y medio de prisión por agredir a su pareja a rodillazos

  • El Ministerio Fiscal y la acusación particular consideran que la violencia de género fue “habitual” en la relación

Un joven se enfrenta a dos años y medio de prisión por un presunto delito de “maltrato habitual” a su pareja. Supuestamente, el acusado había vejado, amenazado y humillado a la chica a lo largo del tiempo y en la mañana del 7 de diciembre de 2015, a las 12:15 horas, propinó rodillazos en los muslos a su entonces compañera sentimental.

El juicio por violencia de género se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. El Ministerio Fiscal se adhirió a la pena solicitada por la acusación particular de dos años y medio de prisión.

El inculpado contó que había mantenido una relación de un año con la víctima y que discutían mucho. El día de los hechos, ella había quedado con la madre del acusado para peinarla. Él no quiso acompañarla y comenzaron a discutir. “Le dije que recogiera sus cosas y se marchara”, apuntó. No obstante, ambos fueron a casa de sus padres de él. Al regreso, la acompañó a comisaría para que solicitara un permiso de viaje, porque tenía el DNI caducado, para que se pudiera volver a su casa a Granada. Se encontraron con un conocido por el camino y él la esperó fuera para que hiciera las gestiones. Según relató, su sorpresa fue que ella lo había denunciado.

Insultos

La denunciante, que testificó a través de videoconferencia, explicó que la discusión había arrancado la noche anterior a los hechos porque él se metía en su Facebook. Esa mañana, él comenzó a insultarla. “Me llamó puta”, recordó. Muy afectada y llorando, la joven detalló que él la había golpeado con las rodillas en los muslos. “Hice de tripas corazón y peiné a su madre”, aseguró. A la vuelta, le dijo que quería marcharse, a lo que él no accedió, y fue a comisaría. “No me echó, me fui yo”, apuntó.

También señaló otro tipo de vejaciones y aseguró que la encerraba en casa, que era muy celoso, que la obligó a tatuarse con su nombre, que la violó y que le pidió que se cortara un dedo para demostrarle que le quería, lo que no llegó a hacer. Añadió que la golpeó otro día en la cabeza y tuvo que ir al médico por ello.

Compareció como testigo el policía que atendió a la víctima en la comisaría. El agente relató que aquel día la chica llegó “temblando”, con una visible “ansiedad”, muy “nerviosa” y “llorando”, y denunció que había sido agredida por su pareja. En ningún momento, según su relato, la joven dijo nada del DNI.

Una vecina de la pareja que también compareció como testigo relató que, en muchas ocasiones, se escuchaban “los gritos de ella”. Y explicó que, una vez, oyó decir a la chica que lo iba a matar. Tocó el timbre y encontró a la joven “con un cuchillo” en la mesa e intentó tranquilizarla. “O es mío o de nadie”, aseguró que le había dicho la chica ese día y que se encontró al joven agazapado.

Por su parte, el padre del acusado señaló que hasta en tres ocasiones le habían comprado el billete para que se volviera a Granada pero ella se bajaba del barco. Dijo que ella estaba “obsesionada” con el joven y aseguró no tener constancia de agresiones por parte de su hijo. “¿Cómo voy a permitir que un hombre le pegue a una mujer? No lo permito ni como padre ni como hombre”, concretó.

El abogado de la defensa señaló que la joven estaba en tratamiento psicológico antes de la relación. Así lo preguntó a la madre de la chica, que testificó por videoconferencia, pero ella dijo que había sido a raíz de estar con el chico, que lo había pasado mal en una relación anterior pero que “ya no se trataba”. Lo que sí aseguró es haber sido testigo de “agresiones psicológicas” y reconoció que su hija tenía “dependencia emocional” del joven.

“Acreditado”

El Ministerio Fiscal consideró que queda “acreditado” que el acusado dio rodillazos a la víctima y que el maltrato se había sucedido a lo largo de la relación.

El acusado, en su derecho a la última palabra, reconoció que no había hecho “las cosas bien” pero que nunca había puesto “una mano encima” de su expareja. “Me ha dolido como persona que haya dicho que la he orinado, cagado, violado”, dijo, visiblemente emocionado. Se reiteró en que la víctima estaba “obsesionada” con él y que ella le había reconocido que necesitaba ayuda psicológica.

Por su parte, el abogado de la defensa aludió a la presunción de inocencia y señaló que en el juicio se había presentado al joven como un “monstruo”. El letrado hizo hincapié en que la víctima había caído en “contradicciones” dado que en la denuncia explicó que el chico le había dicho que cogiera sus cosas y se fuera, pero ayer señaló que fue ella la que había decidido irse porque “ya no aguantaba más”. El juicio ha quedado visto para sentencia.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

1 mes hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

4 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

4 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

4 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

4 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

4 meses hace