La fiscal reclama dos años y medio de cárcel para un joven encausado por un delito de robo con fuerza en las cosas. Según recoge en su escrito acusatorio, en la madrugada del 4 de agosto de 2014 entró en una casa situada en el barrio de Ataque Seco con la intención de robar, siendo sorprendido rápidamente por su propietario, un agente de la Policía Nacional.
El procesado negó ayer los hechos en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. Según declaró ante el magistrado, a la hora en la que ocurrieron los hechos se encontraba en el Paseo Marítimo. “No entré en ninguna vivienda”, defendió. Según expuso, sobre las seis de la madrugada se marchó a Marruecos para visitar a su hermana y no regresó a Melilla hasta las cinco de la tarde del día siguiente. Este dato no concuerda con el relato de la fiscal, quien sostiene que fue arrestado en torno a las 14 horas.
“Cómo explica que lo reconociera el propietario de la vivienda?”, preguntó la fiscal. El encausado dijo que no encontraba justificación, más allá de que era conocido por la Policía por su “mala vida anterior”. En este sentido, señaló que había sido condenado por otros robos en casas, cometidos a causa de su adición a las pastillas. Sin embargo, aseguró que no había vuelto a delinquir desde que se sometió a un tratamiento psiquiátrico.
El magistrado preguntó al encausado si creía que el propietario de la vivienda podría haberlo denunciado por tener hacia él una “manía persecutoria”. “Seguramente, señoría, porque Melilla es muy pequeña como usted ya habrá visto”, le respondió el procesado.
“Lo vi claramente”
El policía, por su parte, aseguró en la vista que vio “claramente” al acusado en el interior de su vivienda. Según relató, él dormía con su mujer cuando un ruido lo despertó. Entonces, desde la misma cama, a través de un cristal, pudo observar que había una persona en el rellano de su casa. “Salí corriendo, gritando y fui detrás de él”, dijo.
Según continuó explicando, el joven huyó por la azotea y saltó a la vivienda del vecino. Fue entonces cuando el policía pudo reconocerlo debido a la proximidad de una farola. “Luego se tiró a la calle, que también estaba bien iluminada”, agregó el denunciante.
Aseguró que por su trabajo sabía perfectamente quién era la persona a la que había visto en el interior de su casa. “Su mote es ‘Mono’, por el tema del escalamiento”, afirmó el policía. A pesar de que sabía su nombre y apellidos, al dar el aviso del robo dio su descripción física, así como la de la vestimenta que llevaba. “Es más fácil así que decir el nombre, porque yo no sé si mis compañeros también lo conocen o no”, explicó.
El hombre señaló que, tras dar el aviso a sus compañeros, fue con la moto al Tiro Nacional, donde vivía el procesado. “Un vecino dijo que lo había visto quitarse la camiseta e irse”, apuntó el policía. “Al día siguiente me dijeron que lo habían detenido”, agregó el agente.
Por otro lado, declaró un agente de la Policía Local que aseguró que lo paró una hora de que supuestamente cometiera el supuesto robo en grado de tentativa. “Lo identificamos en el puerto porque estaba molestando a gente y después lo dejamos marchar”, apuntó. Esa misma noche acudió a casa del denunciante y posteriormente a la del procesado, pero no lo localizaron. “Es conocido por sus múltiples antecedentes”, aseguró el agente.
Lo detienen al mediodía
El último en declarar fue otro funcionario de la Policía Nacional. Afirmó que no supo del robo hasta que su compañero le contó al día siguiente que el procesado había intentado robar en su casa. “Me dio su nombre completo y yo ya lo conocía”, apuntó. Este agente fue uno de los que intervino en su detención. “Lo vimos andando por la acera”, dijo al respecto. “No recuerdo que huyera”, agregó el policía.
Tras finalizar las declaraciones, la fiscal solicitó el dictado de una sentencia condenatoria, asegurando que los hechos habían quedado debidamente acreditados. El letrado de la defensa, en cambio, reclamó la absolución de su representado. Afirmó que la hora del robo coincidía con la que fue identificado en el puerto de la ciudad. El abogado sostuvo que lo habían acusado por pura “manía persecutoria” de los agentes hacia el acusado.
El magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 tendrá que dictar la sentencia.
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