Un individuo se enfrenta a una posible condena de cuatro años de prisión como el presunto autor de un delito de lesiones. Según describe la Fiscalía de Melilla en su escito, el procesado y otro hombre, también acusado por un delito de daños, iniciaron una discusión en el barrio de La Cañada de Hidum. En el transcurso de la misma, uno arrojó un objeto contundente que impactó en el cristal de la puerta trasera del vehículo del otro individuo. Entonces, de acuerdo con la acusación del Ministerio Público, el encausado se montó en su coche y atropelló al otro hombre para vengarse por los daños que ocasionó en su automóvil.
Estos hechos tuvieron lugar el 11 de junio de 2015, sobre las 18:00 horas. En el juicio, celebrado este martes en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, ninguno de los dos acusados quiso declarar, por lo que se acogieron a su derecho para no responder al interrogatorio de la Fiscalía.
En la vista declaró un inspector de la Policía Nacional, quien realizó el atestado policial cuando uno de los procesados acudió a Jefatura para denunciar los hechos. Según recordó, el hombre relató que tuvo una pelea con otro individuo y que sufrió un intento de atropello en el que fue “gravemente dañado”. Además, el querellante sostuvo que hubo varios testigos presenciales, aunque el funcionario apuntó en la vista que, tras la investigación llevada a cabo por los policías, no se consiguió localizar a ninguno de ellos.
Según se recoge en el escrito acusatorio, el individuo atropellado sufrió lesiones graves en el brazo, en la mandíbula y en la cabeza. Tras el suceso, tuvo que recibir ocho puntos de sutura, por lo que se le causó un perjuicio estético.
Una vez finalizadas las declaraciones, la fiscal mantuvo la petición de una pena para el individuo acusado por un delito de lesiones, para el que se reclama cuatro años de prisión. Respecto al otro encausado, al que solicitaba una multa de 540 euros, la representante del Ministerio Público decidió retirar su acusación tras tener conocimiento de que se habían reparado los daños causados en el coche, sin que su propietario reclamase indemnización alguna.
La defensa, por su parte, apeló a la presunción de inocencia de su representado y a la falta de pruebas incriminatorias para pedir su libre absolución.
El juez titular del Juzgado de lo Penal número 1 tendrá que decidir.
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