Representantes de la Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc) han vuelto a lanzar sus dardos contra El Faro. Lo hicieron ayer desde la COPE, como vienen haciéndolo cada vez que un periodista les pide su opinión sobre cualquier tema que se intente tratar con los portavoces de la organización en Melilla. Se hable de lo que se hable, siempre terminan mencionando a este diario.
Aprogc considera que nuestro periódico “va de la mano de AUGC”. Hay que admitir que es una forma muy singular de decir que El Faro recoge las informaciones que la Asociación Unificada de Guardias Civiles, mayoritaria dentro del Instituto Armado, envía a los medios de comunicación.
Porque la noticia sobre el mando de los GEAS de Melilla que supuestamente ha pedido armas largas para disparar al motor de las pateras que se acerquen a la ciudad no es una exclusiva de este diario. Ya nos habría gustado darla. Pero no ha sido así.
Todos los medios hablan de ello y Aprogc acusa a El Faro de connivencia con AUGC. ¿Por qué? Por animadversión manifiesta. Porque este periódico ha denunciado la supuesta financiación irregular de la asociación y, por cierto, todavía estamos esperando que la Dirección General de la Guardia Civil conteste a los e-mails que le enviamos en su momento preguntando qué medidas se tomarán contra los portavoces de Aprogc que pidieron subvenciones públicas saltándose la normativa del Instituto Armado. ¿Se ha hecho la vista gorda? En ese caso, siempre querremos saber por qué.
La noticia del mando de los GEAS que presuntamente ha dicho que daría orden verbal para disparar al motor de las pateras es suficientemente grave como para no banalizar con ello. Que ese suboficial sea miembro de Aprogc es anecdótico. Aquí la noticia es la barbaridad no la afiliación.
Un agente de los GEAS de esta ciudad ha sido condecorado por arriesgar su vida para salvar a una mujer embarazada que llegaba a Melilla en una patera. Que ahora la ciudad sea noticia nacional porque un mando del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas ha dado semejante orden, es cuanto menos preocupante.
Si no es cierto, habrá, como mínimo, que investigarlo. Que las armas largas se hayan comprado para hacer frente al terrorismo tampoco es muy tranquilizador. Inquieta que queramos parar a los yihadistas con buzos y pelotas de goma. Pero más aún que en lugar de hablar de esto, se carguen las tintas contra El Faro.
Nuestro deber es informar y lo seguiremos haciendo. Y cada vez mejor y desde más ángulos. Desde el papel y desde la televisión. Vamos a contar lo bueno, lo malo y lo regular. Aquí no nos casamos con nadie. Le guste a quien le guste.