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En uno de los juicios celebrados esta semana en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, un hombre fue condenado a una pena de dos años de prisión tras ser hallado culpable de un delito contra la salud pública consistente en tráfico de sustancias estupefacientes. En concreto, fue cazado con 450 gramos de kifi encima, cantidad que tenía preparada para su distribución.
El suceso ocurrió el 21 de marzo de 2016 en la calle Perseo, en el barrio de La Cañada. Sobre las 7:45 horas, el individuo fue interceptado por la Policía Nacional tras darle el alto los agentes. Al registrarlo, comprobaron que portaba una bolsa con 10 paquetes llenos de cigarrillos de kifi. La droga incautada sumaba 450 gramos y fue valorada en 3.613,71 euros.
En un principio, la fiscal solicitaba para el inculpado, que responde a las iniciales Y. E. y necesitó un traductor una condena a tres años de prisión, pero modificó su escrito de calificación del delito y rebajó la pena a dos años al reconocer éste su culpa en los hechos.
La legislación vigente permite que los condenados a penas inferiores a dos años no ingresen en prisión si no tienen antecedentes. Sin embargo, no es el caso de Y. E., quien ha sido condenado anteriormente por otros delitos de tráfico de estupefacientes.
El condenado deberá además pagar una multa de 5.000 euros en concepto de responsabilidad civil.