Una mujer se enfrenta a una posible pena de 18 meses de prisión y una multa de 225 euros como acusada de un delito de agresión. El caso fue enjuiciado ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de la ciudad de Melilla.
Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la mañana el 23 de marzo de 2015 en una peluquería cercana al estado de fútbol Álvarez Claro, cuando la dueña del establecimiento fue supuestamente agredida a manos de su empleada tras la negativa de concederle dos semanas de vacaciones por asuntos propios.
Según relató la entonces propietaria del local, le dijo a la trabajadora al salir de la peluquería: “No tengo tiempo para hablar contigo, no quiero peleas”. Según explicó, la empleada respondió con un “te tengo ganas” y, posteriormente, le agarró del cabello para después lanzarla contra un sillón y provocarle lesiones.
Por su parte, la testigo, otra trabajadora de la peluquería, confirmó la versión de la dueña y resaltó haberle quitado un jarrón de las manos a la supuesta agresora, dado que iba a estrellarlo en contra de la propietaria del establecimiento. Durante la pelea, la testigo explicó que la empleada le dio un mordisco en el dedo a la dueña de la peluquería provocándole una herida a la dueña, que se intentaba escabullir de la agresión.
La única con contrato
La empleada, por su parte, contó que llevaba 8 años trabajando en la peluquería y que sólo ella contaba con contrato. Señaló que no era posible que la dueña le concediese vacaciones por miedo a ser pillada en una inspección sin un trabajador en situación legal. Según la trabajadora, tras el “no” de su jefa por no obtener vacaciones, ella misma reaccionó pegándole un toque en la nariz, a lo que la dueña respondió: “Estamos hablando con la boca, no hay que usar las manos”. Tras esto último, la propietaria de la peluquería le cogió del pelo mientras le intentó clavar un bolígrafo, causándole una erosión en el párpado, por lo que ella también respondió. En este sentido, confirma haber agredido a la propietaria del establecimiento, tras empezar ella la pelea.
Del mismo modo, la empleada puso en duda la declaración de la testigo, asegurando que no había ningún testigo y que, si ésta ha declarado, es porque tuvo un “rollo de novios con su hermano” y que actuó movida por la “tirria”.
El Ministerio Público le pide 18 meses de prisión y una responsabilidad civil a la empleada de 225 euros en calidad de indemnización. Para la dueña de la peluquería, la Fiscalía solicitó el abono de 1.350 euros de multa.
Por su parte, el letrado de la trabajadora pude 2 años y 9.000 para su exjefa mientras que el abogado de la dueña pide dos años de prisión y 2.245 euros de multa.
El caso queda visto para sentencia.
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