Cultura y Tradiciones

Las XXVIII jornadas de ‘jazz’ de la UNED, entre el 17 y el 23 de febrero

La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Melilla celebrará sus XXVIII jornadas de jazz Juan Claudio Cifuentes entre los días 17 y 23 de febrero, según ha adelantado a El Faro el director del centro asociado a la ciudad, Ángel Castro.

Durante el fin de semana del 17 y 18, se llevará a cabo la parte musical en la calle, mientras que del 20 al 23 se realizará el resto de actividades, la mayor parte de ellas –descontando las cenas con jazz en el hotel Tryp Melilla Puerto– en la UNED.

En concreto, cada uno de estos cuatro días se realizará un concierto –aunque los grupos han de perfilarse durante lo que resta de semana–. Además, por las mañanas habrá sesiones de jazz didáctico para los alumnos de Secundaria y Bachillerato y, en un día por determinar, que seguramente sea el martes 20 por la tarde o el miércoles 21, se presentará un libro de música de Melilla a cargo de Manuel Casas. La presentación de la obra sustituye a las tradicionales conferencias.

En cualquier caso, todos los detalles de las jornadas se conocerán con precisión a principios de febrero, cuando está prevista la presentación oficial y cuando estará todo ya concretado.

Una larga historia

Ya son, con este, 28 años de unas jornadas que empezaron gracias a la colaboración entre Castro, el contrabajista ‘Kirico’ y el guitarrista Higinio Reus. Éstos últimos, quienes frecuentaban un pub los miércoles, hablaban con frecuencia con Castro acerca de jazz. En esto, el director de la UNED –entonces no lo era– recordó que había una vinculación grande entre la Universidad y el jazz, sobre todo en Madrid y de ahí salió la idea de trasladar las jornadas a Melilla.

Pensando en quién sabía más de jazz en España en aquella época, les vino a la cabeza el nombre de Juan Claudio Cifuentes, quien, en aquellos momentos, tenía en TVE2 un programa titulado ‘Jazz entre amigos’ y, por las noches, en RNE, otro llamado ‘Jazz porque sí’. En otras emisioras participaba en el programa ‘A todo jazz’.

Aparte del periodista, dos músicos sobresalían en esa época en España. Eran el saxofonista Pedro Iturralde y el pianista –ciego– Tete Montoliu. “Lo que se conocía de jazz en España era que había un periodista que sabía mucho y que Pedro Iturralde y Tete Montoliu eran reconocidos en Europa y en el mundo”, explica Castro.

Así, por medio de RNE, la UNED contactó con Cifuentes y le propuso venir a Melilla a dar una conferencia en una jornada de jazz. A través de él, también, la Universidad pudo contactar con Pedro Iturralde, cuyo caché no era bajo precisamente –300.000 pesetas de hace 28 años, alrededor de 1.800 euros hoy en día–.

No fue sencillo, pero finalmenter la UNED pudo traer al saxofonista con la ayuda de algunas empresas de la ciudad de entre 25.000 y 50.000 pesetas –150 y 300 euros– más una subvención de la Ciudad Autónoma.

Otro problema era cuándo llevar a cabo la jornada. Se le preguntó a Cifuentes y este dijo que había de ser a primeros de diciembre –antes de las Navidades– o ya en febrero, no más tarde, porque el 1 de marzo se inauguraba la temporada de jazz en España con el festival de Tarrasa (Barcelona). En primera instancia, se quiso hacer en diciembre, pero Iturralde se partió un dedo de una mano y, como hubo que esperar hasta que le quitaran la escayola, se vieron obligados a hacer el evento en febrero, y ya cada año se han mantenido las fechas.

Esa primera edición tuvo, además del de Iturralde, otro concierto a cargo de un grupo de Melilla, Calle 52, formado por ciudadanos locales , entre ellos Kirico. Ellos no cobraron; sólo lo hicieron Cifuentes por la conferencia e Iturralde por su actuación.

Éxito

Desde el principio las jornadas de jazz de la UNED han tenido mucho éxito en Melilla. Lo curioso del caso es que Castro pensaba que se trataba de un estilo musical para minorías y, cuando entró al salón de actos de la Universidad un cuarto de hora antes de la actuación de Pedro Iturralde, resulta que se encontraba lleno.

“Due un concierto magnífico e Iturralde, una persona encantadora”, asegura Castro, quien quiso traerlo de nuevo para la vigesimoquinta edición, pero había muerto. En cuanto a Montoliu, iba a participar en una de las primeras ediciones, pero también falleció antes de que pudiera venir a la ciudad autónoma.

Satisfacción

Castro se declara contento de cómo han progresado desde entonces estas jornadas y confía en que, una vez que él se retire, alguien tome su testigo y siga organizándolas. Lo que pide el director de la UNED melillense es “que no sea un voluntarismo” de quienes están ahora al frente del centor, sino que lo asuma la Universidad o la Consejería de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, que hoy día realiza una contribución “fundamental” y otorga la ayuda de 15.000 euros que antes aportaba el Patronato de Turismo.

“Lo que nosotros queremos es que permanezca con quien sea, pero que haya jazz, ya sea en febrero o cuando decidan los nuevos dirigentes. Que un trabajo de tantos años no decaiga. Además, con el éxito que tiene, merece la pena que se quede”, reitera Castro.

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