Las protestas en Correos continuarán aunque la empresa se mantenga firme

El líder de CCOO, Francisco Veira, afirma que los trabajadores están sobrecargados y culpa a Correos del deterioro del servicio.

El pasado miércoles los trabajadores de Correos en Melilla iniciaron su calendario de concentraciones en protesta por los recortes que la empresa está llevando a cabo en la plantilla local. El viernes se celebró la segunda concentración, ante la sede de Correos en el barrio del Industrial, y ya desde la Dirección de Zona en Granada afirmaron a El Faro que no iban a reunirse con los sindicatos para tratar estos recortes. El secretario general de CCOO, Francisco Veira, lamentó la actitud de la empresa, que no varía su postura en cuanto a la reducción en cinco puestos de trabajo la plantilla melillense.
Veira dijo no entender, además, la “política del avestruz” de Correos y señaló que no comprendía  que el concepto de diálogo de la Dirección de Zona sea “comunicar a los sindicatos las decisiones que toma e imponerlas”. “Esta actitud y forma de actuar no es propia de una empresa de la talla de Correos. El diálogo no se basa en eso”, lamentó el responsable sindical.

Melilla, dos veces perjudicada
Veira criticó la falta de compromiso e inversiones de Correos en el servicio de la empresa en la ciudad. Aseguró que “en tiempos de vacas gordas, Melilla fue la única ciudad en la que no se reforzó la plantilla y ahora en época de vacas flacas es en la ciudad donde primero se recortan puestos de trabajo”. Por ello, considera que Correos en Melilla se ha visto doblemente perjudicada.
Así pues, ante las declaraciones que la empresa realizó a El Faro el pasado jueves, Veira asegura que seguirán con el calendario de concentraciones previsto para este mes, porque es “lo que nos demandan los trabajadores”, por lo que no descarta que se planteen prolongar las protestas o endurecerlas. “Los empleados vienen aquí y secundan los paros no porque lo diga o mande CCOO, sino porque ellos nos lo han demandado”, insistió el responsable sindical.

Un mensaje a los melillenses
Estas protestas no solamente tienen el objetivo de que la Dirección de Zona de Correos, de la que depende la oficina de Melilla, vea que sus trabajadores están en desacuerdo con la política de recortes que está llevando a cabo.
La plantilla de Correos en Melilla quiere hacer visible la problemática que están atravesando a la sociedad melillense en general. “Queremos hacer ver a los ciudadanos que el deterioro del servicio no es culpa de los trabajadores sino de una jefatura que no se preocupa por el servicio en Melilla”, apuntó Veira.
“La dejadez de Correos es impresionante. La desinversión es increíble”, lamentó. Pero esta forma de actuar no es nueva: “Nos pidieron hace un año que esperáramos y les dejamos trabajar tranquilos para que cumplieran los acuerdos a los que habíamos llegado. Pero un año después no ha habido nada de nada. Nos prometieron un cajero automático de Bancorreos y aún no lo tenemos”, afirma Veira.
El líder de CCOO asegura que, a pesar de que la empresa diga que el volumen de envíos se ha reducido en Melilla, los clientes que Correos tiene en el país vecino no son un público y volumen de trabajo a menospreciar. “Todos saben que muchos ciudadanos de Marruecos vienen a Melilla a utilizar el servicio de Correos porque es bueno y desde la Dirección de Zona no lo quieren reconocer ni tener en cuenta”, argumentó Veira.
Pero la crítica del secretario general de CCOO se extendió también a la Delegación del Gobierno en Melilla. Veira se refirió concretamente al área de Fomento, que dirige Rafael Marín, a quien criticó su “inacción”, puesto que el servicio postal universal es una de las competencias que tiene este departamento gubernamental en la ciudad.

Contratos a media jornada
En este sentido, Veira criticó que desde la Delegación no se tomen cartas en el asunto, pues el mal servicio que se está dando en Melilla por parte de Correos puede provocar que otra empresa privada se adueñe del mercado postal local.
Además, criticó que Correos haya decidido no cubrir las jubilaciones que se produzcan con nuevas contrataciones y que únicamente haya planteado como solución una cobertura parcial de estas plazas vacantes, con contratos a media jornada. Esta ‘solución’ se aplicaría concretamente al servicio de ventanilla, lo que no evitará las situaciones que se están viviendo en estos momentos, en las que se registran colas de espera de dos horas.

UGT Correos, por su cuenta, prepara sus movilizaciones

La responsable del sector de Correos en la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT Melilla, Ana Mª Jiménez, lamentó que Comisiones Obreras no haya sumado “fuerza” con los ugetistas para encarar las movilizaciones por los recortes de la empresa postal en la ciudad. Jiménez explicó a El Faro que al principio los responsables de CCOO sí les comunicaron su intención de emprender movilizaciones, pero que a la hora de la verdad “ellos han hecho el trabajo por su cuenta”. Además, la responsable sindical aseguró que los miembros de CCOO le dijeron que en la Mesa de Contratación se marchara de la reunión. “En esa mesa es donde se cuecen las contrataciones y aunque UGT no tiene voz ni voto, sí podía quedarme como oyente. No sé qué es lo que quieren ocultar”, afirmó Jiménez y añadió que este gesto “no es de recibo”. Por todo ello, UGT se ha desmarcado de las concentraciones de protesta que esta semana ha realizado CCOO en la sede de Correos en Melilla, en el barrio del Industrial.
La responsable ugetista explicó a este diario que la situación del servicio de Correos en Melilla se deteriora por momentos dada la falta de interés de la empresa por reforzar la plantilla. En lugar de mejorarla, siguen reduciéndola.
“Los trabajadores no dan más de sí. Ni los repartidores ni los que trabajan en ventanilla. No se cubren las vacaciones ni las jubilaciones”, criticó Jiménez, mientras que la empresa les exige “calidad en el servicio”. La sindicalista se pregunta cómo se puede dar calidad al servicio si un repartidor a pie debe hacer su barrio y parte de otro en la misma jornada o cómo un trabajador en ventanilla puede atender a 120 personas que llevan esperando tres horas.
Por todo ello, desde la FSP–UGT están estudiando iniciar movilizaciones y protestas próximamente.