Las protestas de los sindicatos contra la reforma laboral continúan el día 11

Alrededor de 200 melillenses volvieron a citarse en la tarde de ayer frente a la Delegación del Gobierno para protestar contra el Decreto Ley de Rajoy y las políticas de recortes de la UE.

“Se nota, se siente, el currante está presente” fue una de las proclamas que alrededor de 200 melillenses gritaron ayer frente a la Delegación del Gobierno en contra de la reforma laboral que, según sostienen los sindicatos, supone un “ataque brutal” contra los derechos de los trabajadores. Los representantes sindicales en Melilla, Alonso Díaz (UGT) y Caridad Navarro (CCOO), encabezaron conjuntamente una vez más la concentración. Navarro manifestó su satisfacción por la creciente participación que se está consiguiendo en Melilla y anunció que la próxima concentración tendrá lugar el domingo 11 de marzo, posiblemente a las 12:00 horas.
Sin embargo, en la tarde de ayer fueron las responsables del área de Juventud de ambos sindicatos melillenses las responsables de dar lectura al manifiesto en contra de la reforma laboral aprobada por el Gobierno español y contra las políticas de austeridad y recortes sociales que está aplicando la Unión Europea (UE).
Dina Abdeselam (UGT) y Rocío Díaz (CCOO) quisieron leer el documento al lado del monolito en homenaje a la Constitución como símbolo de libertad ubicado en la Plaza de España. Díaz recordó que desde mayo de 2010 la Unión Europea está aplicando políticas de austeridad y recortes sociales y reformas estructurales de los mercados laborales únicamente “para conseguir la confianza de los mercados y rebajar el déficit y que han sido un fracaso total” y añadió que “la prima de riesgo española es ahora más del doble que la que tenía en mayo de 2010”.

Alternativas sindicales

Los efectos nocivos de la crisis económica y más con las medidas adoptadas por la UE han conseguido, según la delegada de Juventud de CCOO, que en vez de iniciar el camino de la recuperación económica, la Unión Europea entre en la recesión, que aumente el paro y con ello la desigualdad y la pobreza. “Ahora no solamente tenemos una crisis económica sino también social y política”, apostilló.
Por todo ello, la Comisión Europea de Sindicatos ha manifestado su rechazo al proyecto del nuevo tratado europeo, la primera vez en su historia, y demandó a los representantes europeos que tomen nota de las alternativas que presentan los sindicatos para salir de la crisis. Entre las propuestas enumeradas por Díaz destacó la creación de un Plan Europeo de Inversiones, otro para el empleo juvenil, la ampliación de los plazos para reducir el déficit, un nuevo contrato social europeo y que se mantengan los derechos laborales y las normas de la negociación colectiva entre empresarios y trabajadores. Además, exigió que la UE persiga el fraude fiscal y se comprometa con una política medioambiental “real”.
El panorama no es más altentador en el ámbito español, dijo la dirigente de CCOO, pues “el paro sigue aumentando, cada vez hay más familias sin ingresos y se incrementa la pobreza”. Todo ello hace que España esté entre los cinco primeros países con estos índices más elevados del entorno europeo.

“Deterioro irreversible”

Por su parte, la secretaria de Juventud de UGT Melilla, Dina Abdeselam, centró su discurso en las medidas adoptadas por el Gobierno central como la reducción de los salarios y la congelación de las pensiones. Además, añadió que el recorte de 40.000 millones de euros que debe hacer el Gobierno nacional para cumplir con el porcentaje de déficit determinado por la UE supondrá “un deterioro irreversible de los servicios públicos, como ya se está viendo en la educación y el sistema sanitario”, apostilló. Por ello, anunció que ya se ha creado una Plataforma de Campaña de Movilizaciones, cuyo objetivo es apoyar y defender el Estado de Bienestar.
Pero la reforma laboral aprobada por el Gobierno central fue el principal punto de la protesta protagonizada ayer por algo  más de 200 melillenses. Abdeselam recordó que el Decreto Ley favorece el despido procedente, teniendo el trabajador que demostrar que es improcedente, que pedir una baja por enfermedad pueda provocar el despido.
Para los jóvenes el panorama, tras la reforma laboral, no es más alentador. En Melilla ya hay más del 35% de los jóvenes sin empleo y Díaz afirmó que el Decreto Ley “condena a los jóvenes a seguir en el desempleo en la mayoría de los casos, pues un cambio legislativo en materia laboral, sin hacer fluir el crédito o facilitar estímulos para reactivar la economía, difícilmente va a generar, por sí sola, puestos de trabajo”.
El hecho de que se bonifiquen las contrataciones de jóvenes que estén cobrando el paro, sólo fomentará la contratación del 15% de ellos, por lo que supone una discriminación para el resto de desempleados de otras edades. Además, UGT y CCOO coincidieron en que también se favorece el despido “libre” con los contratos de prácticas y formación de un año de duración en los que el empresario puede despedir al trabajador “sin coste alguno”.
Este sistema de contrataciones, por otra parte, favorece que los empresarios cubran con becarios y personal de prácticas puestos de trabajo estructurales de la plantilla y que, al finalizar el contrato, no se reconozca con una titulación la formación adquirida durante el periodo laboral. Este tipo de contratos tampoco favorece la estabilidad laboral y Abdeselam exigió al Gobierno que tome medidas para reducir esa temporalidad en las contrataciones, se fomenten los indefinidos y sí se premie a las empresas que favorezcan la estabilidad laboral.
“¡No a la reforma laboral!” fue la frase final del manifiesto que leyeron ayer las dos representantes juveniles de ambos sindicatos.
Media hora después del inicio de la concentración, los dirigentes sindicales recordaron que la próxima cita frente a la Delegación del Gobierno será el día 11 de marzo y seguidamente comenzaron a dispersarse, dando por finalizada la protesta contra la reforma laboral.

CSIF pide que el ajuste del déficit se aplace 3 años

El sindicato CSIF Melilla se hizo eco ayer de la petición de su representante nacional, Miguel Borra, quien exigió al Gobierno español que negocie con Bruselas un ajuste de los objetivos del déficit, de cara a los próximos tres años, que permita a España salir de la recesión “sin tener que realizar nuevos recortes en los servicios públicos, que perjudiquen a los ciudadanos y a los empleados de las administraciones”.
El máximo responsable de CSIF, el sindicato más representativo en las Administraciones Públicas, dijo entender que las cifras de déficit dadas ayer a conocer, “no es que sean malas, sino malísimas” y advirtió de que “no se han generado ayer, sino que corresponden a años de derroche y mala gestión en el que han caído muchas de nuestras múltiples administraciones”.
“CSI-F es consciente de que siendo necesarias medidas de ajuste, hay que negociarlas no imponerlas,  y evitar que estas  recaigan en los trabajadores ni en los Servicios Públicos. Además deben ser aplicadas en un periodo razonable que no estrangule el gasto necesario para impedir en mayor medida la recesión, ni las posibilidades de crecimiento”, afirmó Borra y puso de ejemplo: “Si un enfermo está en la UVI y necesita tres operaciones, no se pueden hacer las tres intervenciones a la vez porque el desenlace sería fatal”.
Por último, el representante sindical dijo temer que las restricciones sobre disciplina presupuestaria y fiscal dañen los servicios públicos y en consecuencia, el estado del bienestar, considerado seña de identidad de la sociedad europea.