La visita de la máxima responsable del Ministerio de Fomento ha dejado un buen número de promesas que serán difícil de olvidar para los melillenses. Sin duda, Ana Pastor es consciente de la importancia de las competencias de su cartera para Melilla. Ayer se encargó de recordárselo el presidente Imbroda. A modo de alago le dijo que era la ministra “más importante de todo el Gobierno central por lo esencial de sus competencias para el desarrollo de Melilla”. Eso significa que los españoles que residimos en esta parte del norte de África hemos tomado buena nota de cada una de sus palabras, de sus declaraciones y de sus compromisos.
La ministra debe ser consciente, porque así se lo han debido de hacer ver los responsables políticos melillenses, de la importancia que tiene la ampliación del puerto para el desarrollo económico de la ciudad. Se trata de un proyecto que no puede quedar olvidado en algún cajón de su ministerio. Como tampoco puede olvidar Ana Pastor la promesa que hizo ayer mismo sobre la mejora en el futuro contrato de Navegación Marítima cuando concluya el actual dentro de un año.
Igualmente, no es posible dejar pasar el tiempo sin retomar los proyectos en materia de vivienda que permanecían estancados. La directora general del Sepes, Lucía Molares, adquirió ayer un serio compromiso con sus palabras, a las que quiso dar más firmeza con unas duras críticas a sus antecesores en el cargo. “Nosotros venimos con proyectos consolidados, no con concursos de ideas”, dijo.
La apretada agenda de la ministra y de sus acompañantes dio para conocer ‘in situ’ parte de los problemas que aquejan a Melilla. En unas horas los máximos responsables del Ministerio de Fomento hicieron un rápido recorrido por los asuntos más importantes a los que su departamento puede contribuir a poner solución. El tiempo dirá el valor de los compromisos de la ministra Ana Pastor con los melillenses.