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Paloma Díaz, investigadora del CSIC, ofrece la primera charla de las jornadas del Club Marítimo
La investigadora del CSIC Paloma Díaz ofreció ayer una charla sobre la revolución que supuso para las mujeres sefardíes ir a la escuela y convertirse en lectoras y más tarde en escritoras. Fue la primera conferencia que acoge el Real Club Marítimo dentro de las jornadas culturales que organiza desde hace varios años.
“Las primeras mujeres sefardíes en convertirse en escritoras tenían una mentalidad muy conservadora”, destacó Díaz. Esta experta del CSIC trabaja en un proyecto sobre el mundo sefardí y hace un tiempo organizó una exposición sobre el papel de la mujer en esta cultura, junto a otros colaboradores. De ese trabajo nació el libro que da pie a la conferencia de ayer.
Díaz comentó que no fue hasta el siglo XIX cuando la mujer sefardí comienza a ir a la escuela y, por lo tanto, inicia su formación académica. “Eso las convierte en lectoras”, indicó. De hecho, la experta resaltó que llegaron a publicarse en los periódicos de la época noticias, consejos y publicidad dirigidos específicamente a este colectivo de mujeres.
Lengua en extinción
El lenguaje usado por la comunidad es el judeoespañol. Este idioma se encuentra ahora en “vías de extinción” porque son muy pocas las personas que lo siguen hablando, apuntó. No obstante fue el idioma que usaron esas primeras escritoras sefardíes que, a pesar de revolucionar sus hogares por dedicarse a algo que era de hombres, mantenían una férrea idea de cuál era el papel de las féminas. De esta manera, lo que escribían a finales del XIX era prosa y parte de los textos tenían un contenido moral.
Con el paso de los años, surgen mujeres escritoras que usan el judeoespañol para narrar historias y aún hoy lo utilizan, pero más que nada en contenidos poéticos.
Díaz explicó que muchas escritoras mayores usan este lenguaje para expresar sus sentimientos porque les transportan a su infancia, cuando el idioma se usaba por más personas de la comunidad.
Esfuerzo por aprender
También comentó que otras escritoras sefardíes han hecho es esfuerzo de aprender el judeoespañol para evitar que se pierda y han escrito poemas con él.
Esta investigadora del CSIC añadió que esta revolución que iniciaron las mujeres sefardíes sí fue más ‘radical’ en otros casos. Destacó una familia cuyas féminas no sólo se dedicaron a la escritura, sino que montaron una empresa de sombreros en Sarajevo y fueron muy innovadoras para el tiempo en el que vivían.