Los vecinos se quejan de que el humo de la incineradora del cementerio llega hasta sus casas.
El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma de Melilla y consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, señaló ayer en declaraciones a El Faro que las piezas para reparar el crematorio del cementerio de la Purísima Concepción “están de camino”.
El consejero hizo estas declaraciones tras conocer las quejas de vecinos y de otras personas que tienen sus negocios en la zona aledaña al cementerio, quienes protestaban porque el humo procedente de las incineraciones llegaba hasta las puertas de sus casas.
Quevedo explicó que en el crematorio “hay un quemador” que “está estropeado”. “El nuevo está de camino”, indicó. “Hemos pedido otro para tenerlo de repuesto en Melilla”, destacó el consejero de Medio Ambiente .
Densa humareda
El Faro ha observado los efectos de las cremaciones en las calles cercanas al cementerio, en las que la acción del viento facilitaba que la densa humareda expulsada por la chimenea de la incineradora alcanzara las viviendas y locales cercanos, lo que irritaba considerablemente a los vecinos.
Uno de ellos, de nombre Jesús, declaró a este periódico que en el local de mármoles donde trabaja, ubicado junto a los muros de la Purísima Concepción, tienen que convivir con la acción del humo de forma frecuente.
“He grabado vídeos y se los he enseñado al administrador del cementerio”, señaló este ciudadano, con el fin de que hacer llegar las reclamaciones de los vecinos a la Ciudad Autónoma.
Asimismo, añadió que se había puesto en contacto con Francisco Villena, viceconsejero de Control y Gestión de Servicios del Ejecutivo local. “Le dije a través de Facebook que así no se podía trabajar y que no había manera de vivir ahí”.
“Tapándose la cara”
Esta persona afirmó que ha visto a personas que trabajan en el cementerio o que visitan el camposanto “tapándose la cara con camisetas” para no inhalar el humo que expele la chimenea del crematorio.
El Faro se puso en contacto con Villena para conocer las causas de la situación actual del crematorio. El viceconsejero indicó que “según los técnicos, el problema viene de un quemador de la obra de incinerar”. El responsable de Control y Gestión de Servicios añadió que “había que pedir nuevas piezas, que tienen que estar al caer”.
Villena explicó que ese material procede del mismo lugar donde se adquirió el horno crematorio y subrayó que “tiene que venir a montarlo una persona de fuera”.
El viceconsejero afirmó estar al corriente de las quejas de los vecinos. “Suelo venir mucho por el cementerio”, aseguró, y destacó que el problema se ha “localizado” y se está trabajando para solucionarlo.
Sobre las piezas necesarias para reparar el crematorio que anunció Quevedo, Villena anunció que “esperamos que lleguen esta semana o la siguiente”.
El viceconsejero recordó que el crematorio “lleva casi 12 años funcionando” y que gracias a los repuestos que se han solicitado volverá a hacerlo con normalidad, aunque reconoció que las incineraciones “producen malos olores siempre”.