Se trata del resto arqueológico local más antiguo encontrado en Melilla La Vieja. El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, visitará hoy las obras que se están realizando en la Torre de la Vela en las que se ha descubierto los restos de un ábside de la capilla de la Enramada, que data del año 1580 y se erige como uno de los hallazgos arqueológicos más antiguos en Melilla La Vieja. Esta capilla se realizó pocos años antes de terminar la de Santiago y los aljibes.
A finales del siglo XVI la plaza de los aljibes era un espacio abierto sin que por entonces se hubiera construido la Casa del Reloj. En la parte trasera de la Batería Real se construye este ábside abierto hacia la plaza, donde se congregaban los fieles en la misa, mientras se terminaba la iglesia parroquial.
Con el paso de los años, esta capilla sufrió varias agresiones, siendo la principal la que adosó a ella un edificio, tapándola. Posteriormente, se dividió el espacio en dos partes con la construcción de un forjado y, más tarde, se construyó un muro sobre ella, precisamente el que actualmente conserva su imagen original.
Las obras, con un coste cercano a los 600.000 euros, han permitido así recuperar el espacio original, suprimiendo el forjado, los muros de sillería cubiertos con cemento y otro muro que tapaba una de las caras mejor conservadas de la capilla. En ella se ha encontrado una hornacina con símbolos y los sillares están firmados por los canteros que la construyeron. Su importancia radica en su antigüedad, al ser casi contemoránea de la capilla de Santiago y los aljibes. Ha permanecido tapada durante siglos.