El Consejo de Gobierno da luz verde a la expropiación forzosa de las parcelas que impedían el comienzo de su construcción, que finalizará en verano del 2013.
El Consejo de Gobierno dio ayer luz verde a la expropiación forzosa de bienes y derechos del Fuerte de San Miguel, donde se construirá el nuevo Centro Tecnológico. Según explicó en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo local, Daniel Conesa, esta decisión afecta a tres parcelas de terreno que entorpecían el comienzo de las tareas de construcción y cuya expropiación ha supuesto un desembolso de 191.000 euros de las arcas públicas.
Además, detalló que se produjeron dos alegaciones, aunque una de ellas fue desestimada, mientras que la otra fue correctamente atendida y resuelta. Por ello, una vez finalizados los trámites, las obras comenzarán a finales del mes de enero.
Asimismo, Conesa recordó que el tiempo de ejecución del Centro Tecnológico es de 18 meses, por lo que, si se cumplen los plazos previstos, debería estar operativo en el verano del año 2013. En cuanto a su coste, recordó que es de 1,24 millones de euros, 500.000 euros menos de lo que estaba previsto, ya que la constructora adjudicataria realizó una rebaja en el precio de licitación.
El local permitirá que Melilla pueda estar integrada en la red de centros de Investigación Desarrollo e Innovación (I+D+i), con lo cual podría solicitar proyectos a nivel europeo. Además, albergará el segundo cable de fibra óptica, mejorando así las comunicaciones.
Hay que recordar que, gracias al apoyo de los Fondos Europeos, el centro podrá invertir la mayor parte de su presupuesto en adquirir tecnología punta. El edificio estará compuesto de tres plantas, las cuales estarán divididas en distintas secciones, en las que habrá aulas, laboratorios y salas para empresas de nuevas tecnologías. Además, en el sótano se almacenará toda la información relativa a la Ciudad Autónoma de manera digitalizada.
Por otro lado, si la Universidad de Granada (UGR) decidiera ampliar el número de carreras que se imparten en Melilla, las instalaciones del centro podrían servir de base para realizar prácticas y potenciar la implementación de ingenierías y otras modalidades de estudios relacionadas con las tecnologías de última generación.
El Centro Tecnológico se integra en el plan de Fondos FEDER para el periodo comprendido entre el 2007 y el 2013, que cuenta con una dotación de 2,3 millones de euros y una tasa de cofinanciación del 20% correspondiente a la Administración melillense.
Conexión directa
Asimismo, hay que recordar que el centro albergará el segundo cable submarino, que conectará con la península y que asegurará las comunicaciones de Melilla.
La instalación se espera para el año que está a punto de comenzar, ya que durante la segunda mitad del 2011 se han estado realizando los estudios pertinentes en el lecho marino para iniciar las tareas lo más antes posible.
Su fabricación puede llevar unos seis meses aproximadamente, aunque el proceso de instalación es más rápido. El cable se tira desde buques y más tarde se entierra a una profundidad de dos metros en el fondo del mar. Esta tarea puede tardar entre dos semanas y un mes.
Acto seguido, se iniciarán las pruebas. Primero para comprar si se ha instalado correctamente y luego con el envío y recepción de datos en tiempo real. El cable estará formado por 24 fibras, de las cuales dos tendrán una capacidad superior a los tres terabytes.
Con este proyecto en conjunto, el Gobierno autonómico espera meter a Melilla de lleno en el mundo de las telecomunicaciones y las nuevas tecnología. El proyecto no sólo conllevará que las comunicaciones a nivel local y con la península estén garantizadas, evitando las molestias derivadas de la rotura del único cable ocurridas en el pasado, sino que también abrirá la puerta a que estudiantes y empresas de este sector se animen a acudir a la ciudad autónoma a desarrollar sus proyectos. Si se cumplen los plazos establecidos, todo esto ocurrirá a partir del verano del año 2013.
Donoso y Frías evaluarán la marca de calidad a pymes locales
El viceconsejero de Hacienda, Guillermo Frías y la consejera de Contratación y Obras Públicas, Esther Donoso, han sido designados por el Consejo de Gobierno como responsables del órgano encargado de conceder los certificados de calidad a pymes locales.
Se trata de la marca 'Melilla Calidad', que concede Proyecto Melilla S.A. (Promesa) a distintos negocios de la ciudad autónoma. Para lograr dichas distinciones, las pymes deben pasar una serie de auditorías realizadas por el Ejecutivo autonómico para comprobar si son merecedoras de esa señal de excelencia.