La remodelación se realizará por fases y eso dilatará y retrasará los trabajos
El director territorial del Ingesa, Francisco Robles, aseguró ayer que las obras de reforma de Urgencias podrían empezar a finales de este año, si los plazos para la licitación y la adjudicación de la reforma se van cumpliendo. Aseveró que el proyecto básico ya está terminado. De hecho, está a la espera de que los arquitectos de los servicios centrales de Ingesa den el visto bueno a estos documentos. A partir de este punto, los trámites serán la redacción de los pliegos para la licitación de las empresas, su publicación y adjudicación.
Robles destacó que esta obra ha sido consensuada con los trabajadores del Comarcal. Así recordó que el gerente del Área Sanitaria, Pedro Villarroel, tuvo una reunión en el salón del actos del centro hospitalario con los sanitarios y otros empleados de Urgencias para recoger sus sugerencias. Todas estas ideas se volcaron en la redacción de un boceto que, más tarde, fue la base para el diseño de la reforma que se realizará en esta área del Comarcal.
El director territorial resaltó que entre septiembre y octubre sería una buena época para adjudicar la obra. Aunque hizo hincapié que esta reforma tiene una “complejidad”: Urgencias no puede cerrar sus puertas, porque Melilla no cuenta con otro lugar igual para este tipo de atenciones, y por lo tanto, hay que conjugar las obras con la atención a los pacientes. Robles explicó que la obra se llevará a cabo por fases y que esto supondrá una dilación y cierto retraso en el desarrollo de la rehabilitación.
Por otro lado, el gerente del Comarcal, Pedro Villarroel, indicó que este año no hay una presión asistencial mayor en Urgencias que otros veranos. “Realmente estamos en las mismas cifras de otros años”, apuntó. En relación a este tema, explicó que en verano siempre sube el número de atenciones con respecto a otros meses. En concreto, la media diaria en un mes cualquiera del año es de 130 o 140 asistencias, mientras que en agosto sube a más de 170.