“Las novedades pueden resultar buenas para espectáculos, pero en política... te las comes”

Quedan diez días para las elecciones locales y en la sede del PP se nota. El plan de trabajo de esta semana no da pie a un segundo de tregua y hay que hacer malabarismos para que todo encaje en la agenda. La cuenta atrás ha comenzado y cada minuto es clave para los populares, que quieren revalidar su mayoría absoluta el próximo 24 de mayo. El protagonista indiscutible en el partido estos días es su presidente y candidato, Juan José Imbroda, al que avalan quince años al frente del Gobierno melillense. De hecho, ésa está siendo la tarjeta de presentación de los populares durante esta campaña electoral, la de prometer una gestión continuista. ¿Es una estrategia acertada? ¿Se rendirá el electorado a las nuevas opciones políticas? ¿Le tocará al PP buscar aliados en la Asamblea a partir del 25 de mayo o podrá gobernar en solitario? De éstas y otras cuestiones del panorama político local hablamos con Imbroda. Al presidente no le sobra el tiempo precisamente en los últimos días, pero ayer, en una pausa entre actos electorales, concedió una profunda entrevista a El Faro.

–La actual campaña se está caracterizando por la crispación política entre su formación y CpM. Sin ir más lejos, el pasado lunes tres simpatizantes del PP fueron agredidos frente a la sede del partido que lidera Mustafa Aberchán. ¿Cómo cree que ve este clima el electorado? ¿No es negativo para el PP?
-Al electorado no sé cómo le viene, pero a nosotros nos viene físicamente mal. Si agreden a compañeros nuestros, le rompen el tímpano a uno, pues imagínese cómo le viene. Lo que está ocurriendo no es por el PP, sino por aquéllos que tienen una postura agresiva, tanto en su discurso como en la forma de entender la democracia. Luego, además, hay algunos elementos sueltos que tiene CpM y que montan la que montan. Esto es malo para la democracia en general y para nosotros, que somos los que sufrimos la situación.

–Al final, entre tanto rifirrafe, el votante, el ciudadano de a pie, puede acabar alejándose y la transmisión del mensaje electoral, que a fin de cuentas es lo que más le interesa al partido, se puede ver interrumpida.
-Es cierto, pero el PP cuenta con una ventaja en este aspecto. Llevamos quince años en el Gobierno y los melillenses saben perfectamente lo que somos capaces de hacer. Hemos mejorado la ciudad en todos los niveles: Urbanismo, deporte, cultura, social, educación, economía...Tenemos que seguir en ello. Los votantes también saben lo que ha hecho CpM y cuáles son sus intenciones, así que contamos con esa ventaja. Si fuésemos un partido de ‘corta y pega’, creado en el último minuto, sí tendríamos un problema. Nuestra trayectoria habla por nosotros.

–Precisamente, en estos días de campaña le hemos escuchado mucho defender la gestión que ha hecho en el Gobierno y prometer una nueva legislatura de carácter continuista. En el PP saben bien a qué se refiere, pero no cree que el planteamiento puede ser poco atractivo para el electorado y que éste se vea seducido por opciones políticas más novedosas.
-Las novedades son buenas para espectáculos musicales o para comprarnos un traje, pero para la marcha de un pueblo, para el futuro de los melillenses, no. Las novedades hay que ponerlas en cuarentena, porque a los cuatro días la gente se puede pegar un batacazo, en cuanto se pongan a rascar y se den cuentan de que no hay nada tras esas opciones políticas. Una cosa es una operación de marketing para lanzar un producto comercial nuevo y luego que éste valga algo. Si no tiene nada detrás, caerá por su propio peso. En política, apostar por un partido que no se sabe cómo va a funcionar, es grave, de alto riesgo. Para comprarse un champú para el pelo vale, porque si sale malo uno no se lo compra más, pero para votar a una formación política... Luego te la comes.

-Todas las encuestas electorales colocan a CpM como la segunda formación política más votada el próximo 24 de mayo. Incluso desde el PP dan por hecho que el partido de Mustafa Aberchán será la principal fuerza de la oposición durante la próxima legislatura. Alcance o no alcance el PP la mayoría absoluta, ¿está usted condenado a entenderse con Aberchán los próximos cuatro años? Pregunto también en vista de la tensión política que hay actualmente entre ambos partidos.
-En su pregunta veo dos planteamientos distintos. Tenemos unas expectativas de votos muy buenas, estamos ahí, con una tendencia alcista que nos va a llevar a tener entre doce y catorce escaños. Nos estamos consolidando, pero será el 24 de mayo cuando veamos el resultado final. Tenemos vocación de tener mayoría absoluta. Con este modelo, Melilla ha ido bien. Si además tenemos en Madrid un Gobierno que se entiende bien con la Ciudad Autónoma, iremos mucho mejor. Otra cosa es que usted me pregunte por pactos puntuales a lo largo de la próxima legislatura. Imagínese, para hacer una política cultural o una actividad económica concreta, siempre estaremos abiertos. Desde ese punto de vista, ya veremos cómo se anda el camino. No obstante, lo que son pactos de Gobierno...Aquí sólo hay dos opciones y una de ellas es el ‘bloque anti PP’. Tenemos vocación de gobernar en solitario, dando estabilidad a Melilla. Un Gobierno con cinco o seis formaciones políticas sería como el camarote de los hermanos Marx.

-Siguiendo con el panorama de esta campaña electoral, la actividad en la sede de Correos durante los últimos días ha sido frenética. En vista de lo que estamos viendo, lo natural sería que el porcentaje de votos por correo sea altísimo en estas elecciones. ¿Qué imagen cree que da Melilla de cara al exterior?
-Mala, por supuesto. Hay mucha gente que no quiere ir a votar a las mesas porque les da miedo. Sufren coacciones, les asustan...A esto hay que sumar movimientos raros por el extrarradio. Hace años, en el País Vasco el número de votos por correo también era importante por el terrorismo. Un partido político no puede tener una base étnica, pensando únicamente en la religión. Supone un guantazo a la democracia. 

-Su partido va buscando la mayoría absoluta en estos comicios, trece diputados. Durante los últimos meses hemos visto cómo muchos miembros de su Gobierno, algunos de ellos en la lista electoral del partido, han sido imputados por presuntos casos de corrupción. De manera independiente a su inocencia o culpabilidad, cosa que ya determinará la Justicia a su debido tiempo, ¿considera que esta catarata de acusaciones le puede costar a su partido perder la mayoría absoluta?
-Hemos tenido en frente a un grupo mediático potente y que maneja un multimillonario melillense, además de un partido creado en base al odio, PPL. Entre ambos, han provocado que algunos problemas puntuales adquieran muchísima relevancia. Eso ha podido generar una sensación de corrupción generalizada. Niego la mayor. Aquí, en mi lista, no hay ningún llamado por la Justicia, imputado o no, por llevarse un duro. Los problemas administrativos irán a la papelera. Si existiera alguien que ha metido la mano, no formaría parte de la candidatura. Aquí no hay nadie imputado o procesado por cohecho. A mí me montaron un pollo tremendo por la contratación de un abogado. Estoy seguro de que el recurso que han planteado irá a la papelera. Tengo las manos limpias y mi declaración de la renta a disposición de todos. El que quiera venir a mi casa, que venga. Tengo una honestidad a prueba de bombas. La sensación de corrupción es falsa, pero otra cosa es que el votante sepa diferenciar la paja del grano. Si los melillenses quieren pensar que somos unos chorizos, será una injusticia. 

-En sus actos de campaña, habla mucho sobre la creación de puestos de trabajo, así que le voy a hacer una pregunta que me toca de cerca. El paro juvenil es una lacra en Melilla, se trata de una realidad tangible. Además, se trata de un sector de la sociedad inquieto, que demanda respuestas y soluciones de manera casi inmediata. Como joven y melillense que soy, le pregunto qué le diría a todas esas personas  que están en paro y que se están planteado la posibilidad de hacer la maleta y de marcharse de Melilla.
-Lo primero que les digo: Que no quiero que se marchen, que se queden aquí, porque ésta es su tierra y su casa. Pero nos tienen que dar su confianza para que podamos seguir andando por este camino. O tenemos unas medidas estructurales fuertes o no hay trabajo. Seguirá habiendo Planes de Empleo, pero ésa no es la solución. Hace falta crear más economía. De lo contrario, tendremos trece comensales y una tarta solamente para siete. Hay que ampliar esa tarta. Se trata de algo que se debería haber hecho con el apoyo del Gobierno central en la época de las ‘vacas gordas’ con el PSOE. No nos hicieron caso. Para la situación en la que nos encontrábamos en aquel entonces no hacía falta un nuevo hospital. Estamos hablando de economía y de paro, no de asistencia sanitaria.

-Entiendo que confía en el Ejecutivo de Mariano Rajoy para poner en marcha estas medidas, pero como le comentaba, los jóvenes demandan respuestas inmediatas y el PP lleva ya casi cuatro años en el Gobierno de la nación.
-Yo espero que con Rajoy haya más tarta para repartir. Estoy seguro de que nos lanzaremos a hacer esas políticas que se tendrían que haber realizado hace años. También hay que tener en cuenta que cuando el PP ganó las generales en 2011, se encontró que no había ni un duro. España estaba en la ruina y había que salvar los muebles como fuera. Ahora es cuando está creciendo el país y Melilla debe estar incluida en ese resurgimiento. Los jóvenes deben tener confianza. No voy a decir que vayamos a batir récords de creación de empleo, pero sí vamos a estar en la media nacional o por debajo, no por encima, como ocurre ahora. Los planteamientos que hemos presentado al Gobierno central ya están andando desde hace tiempo.

-Ahora que comenta la necesidad de potenciar la economía melillense, me viene a la mente el proyecto de ampliación del puerto. Es una de las grandes apuestas de su partido desde hace años. ¿No cree que es una obra en la que los melillenses ya han dejado de creer? Lo digo porque lleva varios años sobre la mesa y aún no han empezado a echar piedras al mar para su realización.
-Si la gente no cree en este proyecto es porque el Gobierno del PSOE estuvo años sin apoyarlo. Los socialistas locales fueron cómplices de aquello, aunque ahora vayan con una cara nueva. Todo lo destruyeron, igual que CpM. Fueron contra esta obra y nos dejaron sin margen. El puerto no lo puede ampliar la Ciudad Autónoma. Necesitamos que lo haga el Ejecutivo nacional y ahora, con el crecimiento económico, sí se puede. Son 300 millones de inversión para poner en marcha la maquinaria. Cuando esté hecha la ampliación, habrá explotaciones económicas completamente nuevas. Haber combatido este proyecto, como lo han hecho PSOE y CpM, es una aberración. Lo mismo ocurre con la frontera, que es economía para Melilla. ¿Cuándo se arregló Beni Enzar? ¿Cuándo se habló de hacer un puesto fronterizo nuevo? Pues ahora, con el PP. Volviendo a la ampliación del puerto, en enero o febrero del año estaremos poniendo las primeras piedras. Seguro.

-Hablando del puerto, la semana que viene, en concreto el martes, estará en Melilla la ministra de Fomento, Ana Pastor. Supongo que será una buena oportunidad para darle un espaldarazo al proyecto.
-Ana Pastor es amiga mía, del partido y de Melilla. Ella es la que tiene la llave para que esta obra se lleve a cabo. Viene a mostrarnos su apoyo, pero también hablaremos sobre el puerto.

-Lo que me queda claro de la entrevista es que se ve de presidente de la Ciudad cuatro años más.
-Parece que sí, que estaré cuatro años más al frente del Gobierno local. Me lo tomo con vocación de servicio público. Estoy igual de ligero de equipaje que cuando empecé. Tengo la conciencia tranquila, duermo por las noches de un tirón, tengo las manos limpias y siempre miro de frente.