Después de un incremento de las intrusiones en el puerto del 82% en el primer cuatrimestre de este año en relación con ejercicio anterior (de 4.100 se ha pasado a 7.496), de mayo a septiembre, ha habido un descenso del 37,5%, habiéndose registrado 4.989 entradas frente a las 7.986 del mismo periodo de 2017.
Los datos los ha dado el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín. “La evolución está siendo muy positiva. Los objetivos que nos veníamos marcando en los últimos meses se están cumpliendo”, señaló.
Marín justificó en esa tendencia alcista de las intrusiones registrada en los primeros meses del año las medidas de refuerzo de la seguridad que se han adoptado en el paseo del espaldón. “Se ha revertido la situación”, celebró.
Hacia otros lugares
En este sentido, el presidente de la Autoridad Portuaria recordó que más del 90% de las intrusiones que se estaban produciendo se registraban por el paseo del espaldón. Tras las obras en esa zona, que contemplaban medidas como la instalación de concertinas y una caseta de vigilancia, los intentos de acceso al puerto se han desplazado hacia otros lugares.
De hecho, durante la primera quincena de este mes, de las 495 entradas de inmigrantes contabilizadas en el puerto, 424 de ellas se han producido por los muelles Ribera 1 y Ribera 2 (zona de preembarque y de embarque de vehículos) lo que representa el 85% del total de intrusiones.
“Son datos realmente demoledores”, consideró Marín en relación con la repercusión que han tenido las distintas actuaciones que se están ejecutando en el puerto. “Se está mejorando de manera sustancial la seguridad”, subrayó.
Marín recalcó que el desplazamiento de las entradas a los muelles Ribera I y Ribera II hacen necesario adoptar otras medidas de refuerzo de la seguridad que ha presentado hoy, como una nueva valla de cuatro metros de altura coronada con concertina, y la instalación de más de estas cuchillas en otros vallados.