Las sanciones a empresas supusieron una recaudación de 1,6 millones de euros en la ciudad.
La labor de la Inspección de Trabajo es más importante, si cabe, en momentos económicos complicados, cuando la desesperación provoca muchas veces que los empleados acepten cualquier condición a cambio de poder tener un puesto de trabajo. Más allá de la vigilancia y del trabajo sancionador, este organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, tiene un papel relevante a la hora de defender que se cumplan los derechos que aún les quedan a los trabajadores y lograr que no se produzcan irregularidades en su situación. La Inspección de Trabajo realizó el año pasado un total de 1.945 actuaciones en nuestra ciudad que afectaron a 1.163 trabajadores. El número de empleados implicados aumentó en trece respecto al año anterior, sin embargo la recaudación por las sanciones impuestas se redujo de 1,7 millones de euros en 2011 a 1,6 millones en 2012. La cifra de recaudación está muy lejos de la de Ceuta, donde el dinero cobrado por sanciones fue de 3,4 millones de euros el año pasado, con un total de 2.214 actuaciones llevadas a cabo por la Inspección en distintas empresas de la ciudad.
Según los datos extraídos del histórico de informes del Ministerio de Hacienda, el número de visitas realizadas por la inspección se redujeron el año pasado respecto al anterior. En concreto, se pasó de 1.495 a 1.214, lo que supone una caída del 18,7%.
No obstante, a pesar de esta bajada, este órgano de vigilancia ha conseguido que en 2012 el número de trabajadores que se dieran de alta en la Seguridad Social después de sancionar a la empresa que los tenía trabajando sin contrato haya aumentado en comparación con el dato de 2011. Así, se ha pasado de 173 a 193, un incremento del 10,3%. Según los datos del Ministerio, a pesar de que el número de sanciones impuestas el año pasado fue más bajo que el anterior, 170 frente a las 198 de 2011, por la cuantía de lo recaudado por el cobro de las multas, las infracciones cometidas fueron más graves. Así, si en 2011 se recaudaron 411.680 euros en las inspecciones relacionadas con el fraude ala Seguridad Social, el año pasado esta cifra llegó a los 561.364 euros. En cuanto a los trabajadores afectados por estas sanciones, se pasó de 235 hace dos años a 189 el año pasado.
Las estadísticas del Ministerio apuntan que este tipo de inspecciones son las más numerosas de las que se realizaron desde este organismo encargado de velar porque se cumpla la legalidad en las empresas.
A éstas les siguen las infracciones relacionadas con la salud laboral. El año pasado hubo un total de 414 trabajadores afectados en alguna inspección relacionada con este aspecto. El incumplimiento de la normativa referente a la salud laboral de los empleados costó a las empresas melillenses 201.106 euros, bastante más que en 2011, cuando los empresarios locales pagaron en multas de este tipo un total de 219.364 euros.
En lo que se refiere al incumplimiento de la normativa relacionada con empleo y extranjería la situación mejoró en 2012, o al menos la Inspección de Trabajo detectó menos casos de infracciones. En concreto, el año pasado este tipo de sanciones supusieron una recaudación de 644.396 euros, frente a los 907.603 euros del 2011. En cuanto a los empleados afectados, también se produjo un descenso considerable, pasando de los 101 de hace dos años, a los 68 del año pasado.