Las infraestructuras nuevas de El Real no reducen el tránsito de vehículos pesados

El vial que une el Polígono Sepes con la Circunvalación apenas es transitado por los camiones de la frontera l La prostitución se expande más allá de la calle Jiménez Iglesias pese a las “redadas puntuales” que hace la Policía.

Los vecinos de El Real no se han librado del tráfico de vehículos pesados pese a las mejoras de movilidad y nuevas infraestructuras construidas en el barrio. Es más, el problema no ha remitido ni un ápice y parece que algunas de las posibles soluciones, como el vial que conecta el Polígono del Sepes con la circunvalación, no han surtido efecto alguno. Así lo señalaron ayer a El Faro desde la plataforma de vecinos de El Real, un grupo nacido en las redes sociales y que desde hace un par de años sirve de correa de transmisión entre los habitantes del barrio y la administración pública para intentar poner punto y final a algunas situaciones, como es el caso del tránsito de camiones de obra y de transporte de mercancías.
Uno de los integrantes de esta plataforma, Daniel Reyes, manifestó en la jornada de ayer a El Faro que el paso de vehículos pesados se ha convertido en una constante que parece no remitir. Lo peor es que muchos de esos camiones pasan por las calles residenciales del barrio a altas horas de la madrugada y, para más inri, por calles donde hay ‘lomos de asno’ o ‘dormilones’, produciendo ruido y molestando a los vecinos.
Desde la plataforma explicaron que la mayor parte de estos camiones transita en dirección a la frontera y cruza por El Real para acortar camino. Sin embargo, el trayecto se hace más largo, no por distancia, sino porque las calles del barrio son demasiado estrechas para este tipo de vehículos. Así, es frecuente ver a los camiones invadir las aceras para poder maniobrar en vías como la de General Villalba y Cataluña. Asimismo, se han dado casos en los que estos vehículos causan daños a los turismos estacionados al intentar pasar.

Un vial olvidado
Hay que recordar que para evitar este tipo de situaciones se construyó un vial entre el Sepes y la Circunvalación, por el que los camiones podrían circular desde la frontera hasta prácticamente cualquier punto de la ciudad sin necesidad de ir por El Real. Sin embargo, la efectividad de esta infraestructura está brillando por su ausencia, pues casi nadie la utiliza.
En opinión de Reyes, el problema es que este vial no está correctamente señalizado, por lo que los camiones apenas transitan por allí. “Los conductores tienen metido en la cabeza que es más rápido cruzar por El Real, pero no es así, porque el barrio se convierte en una ratonera para estos vehículos”, abundó.
Además, señaló que hace unos meses la plataforma vecinal remitió a la Consejería de Seguridad Ciudadana un plano con los puntos de entrada y salida de los camiones para intentar encontrar alguna solución. Sin embargo, aún no se ha hecho nada al respecto.
Tampoco hay visos de que la obra que se está realizando en la calle La Legión vaya a servir para poner punto y final al tránsito de camiones. Reyes explicó que el proyecto no consiste en la peatonalización total de esta vía, sino en poner al mismo nivel la calzada y la carretera. Con ello se espera dar mayor espacio a los peatones, pero los vehículos podrán seguir transitando por la zona y, previsiblemente también circularán los camiones que traen de cabeza a los vecinos.
Otro ‘pero’ de esta actuación es que se perderán plazas de aparcamiento, aunque Reyes señaló que, en su opinión personal, la medida está bien tomada, pues se eliminarán los estacionamientos de las esquinas, que entorpecían la visibilidad.

Más prostitución
Otro de los grandes problemas de El Real que sigue sin visos solucionarse es de la prostitución. Desde la plataforma de vecinos señalaron ayer a El Faro que se han llevado a cabo redadas puntuales. Sin embargo, han servido de poco o nada, pues la presencia de meretrices se ha extendido por el barrio más que nunca.
El principal foco de prostitución es la calle Jiménez Iglesias. No obstante, el problema se ha expandido ahora por prácticamente todos los rincones del barrio. “Cuando viene la Policía a hacer alguna redada, las prostitutas cambian rápidamente de calle. Para poner punto y final a esta situación hace falta un plan general de actuación”, abogó Daniel Reyes.
Asimismo, indicó que esta actividad ilícita genera todo tipo de problemas, desde inseguridad ciudadana hasta peleas en plena vía pública. De igual modo, apuntó que la proximidad de la frontera de Beni Enzar sirve de acicate a esta situación. “Por aquí pasa lo mejor y lo peor de Marruecos”, subrayó. “Hay partes por las que no se puede pasear de noche, como es el caso del Sepes. En el resto del barrio se cometen delitos ordinarios de manera puntual, como robos en vehículos y similares”, explicó.

Sin reunión
La plataforma de vecinos solicitó hace algunos meses una reunión con los responsables de la Delegación del Gobierno y la Consejería de Seguridad Ciudadana para hacer una puesta en común sobre la situación y tratar de hallar una solución.
Por otro lado, apuntó que en algunas partes del barrio hay ‘pisos pateras’ en los que duermen ciudadanos marroquíes y existen otros habitados por ‘okupas’. “Por haber hay hasta furgonetas en las que duerme gente”, subrayó.
En cuanto al endurecimiento de las ordenanzas municipales para combatir este situación, especialmente la prostitución, Reyes señaló que, por el momento, no hay novedad de ningún tipo. “Aquí seguimos como siempre e incluso un poco peor”, añadió. Asimismo, preguntó cómo se piensa multar a los clientes de las meretrices que sean residentes en Marruecos.
En otro orden de asuntos, desde la plataforma de vecinos señalaron que también se debería llegar a un acuerdo con los hosteleros para regular la superficie que ocupan las terrazas de estos negocios, muchas de las cuales exceden el espacio permitido. “Hay veces en las que vas andando por la acera y te metes de lleno en una terraza, porque no hay otro sitio por donde pasar”, explicó Reyes.
Asimismo, detalló que desde la Consejería de Medio Ambiente les informaron de que solamente el 20% de los locales de hostelería del barrio cumple a rajatabla con el espacio que tienen que ocupar las terrazas. “Hay negocios en los que han montado auténticas casetas en mitad de la vía pública”, concluyó.